Por Eduardo Suárez
Barack Obama y su esposa Michelle se arrancaron este lunes a bailar salsa frente a la Casa Blanca. Ocurrió cuando la banda de un instituto de Florida pasó por delante de la tribuna durante el desfile inaugural, que incluyó la presencia de agrupaciones hispanas de estados como Nevada, Utah, Texas y Colorado.
El presidente fue el primero en bailar al ritmo de los timbales de la banda Seguro que Sí: un grupo de nueve alumnos de la escuela de bellas artes de Kissimmee (Florida). Obama se mordió ligeramente la lengua, elevó los puños y empezó a moverse al son de la música del grupo, cuyos miembros lucían una boina roja y un uniforme negro y saludaban al matrimonio presidencial.
Al principio la primera dama no reaccionó. Pero la primera dama enseguida saludó al grupo hispano y siguió el ejemplo de su marido dando palmas y levantando el puño en señal de aprobación.
No es la primera vez que Obama se arranca a bailar salsa en un acto público. El presidente lo hizo en otoño de 2009 junto a la mexicana Thalía en una fiesta latina celebrada en la Casa Blanca. Pero desde entonces nunca había mostrado su querencia por esta variedad musical caribeña. Menos aún en una ocasión tan solemne como la del lunes y unas horas después de su toma de posesión.
La banda está compuesta por alumnos adolescentes y la creó hace unos años el profesor Maxwell Frost, que contaba hace unos días cómo se animó a probar suerte rellenando un formulario para optar a participar en el desfile inaugural. Frost asegura que Obama es la mayor fuente de inspiración de su vida: "Me enseñó que todo es posible y por eso me presento ahora para presidente de mi escuela. A mí me apetecía venir a la toma de posesión de todos modos. Pero la posibilidad de hacerlo con mi banda es una sensación increíble".
Barack Obama juró ayer con la mano sobre la biblia de Martin Luther King. Pero esta vez su toma de posesión fue también un reflejo del poderío de los hispanos, cuyo respaldo ayudó al presidente a retener el control de la Casa Blanca y cuyo aliento se dejó sentir más que nunca en el centro de la capital.
El poeta ‘madrileño’ Richard Blanco evocó el sacrificio de su madre cubana unos minutos después del discurso del presidente y el pastor Luis León bendijo a Obama en español justo antes de que Beyoncé entonara las notas del himno nacional. Los mariachis de La Joya (Texas) y el ballet folklórico de Colorado desfilaron después por la avenida de Pensilvania junto al presidente y en la víspera cientos de famosos hispanos celebraron con una gala su toma de posesión. Entre los invitados al evento estaban Marc Anthony, Antonio Banderas y Ricky Martin. Pero la anfitriona indiscutible fue la tejana Eva Longoria, que ha potenciado su perfil de activista en los últimos meses creando un grupo para promover la conciencia política de los hispanos en todos los estados del país. Junto a la Casa Blanca estaba ayer Rito Contreras, que nació en Piedras Negras (México) pero trabaja como profesor en un instituto californiano. Lo acompañaban 61 alumnos adolescentes que han recaudado unos 60.000 euros para costearse en viaje en distintos eventos y que habrían venido de todos modos aunque Obama no hubiera vencido en la carrera por la reelección. "Es mi primera vez aquí y es increíble la energía que se respira", explicaba a EL MUNDO mientras se hacía una foto frente a la Casa Blanca. "Algunos nos han dicho que se han hecho hasta 20 horas en autobús".
Sobre la hierba del Mall ondeaban las banderas de varios países hispanos y se podían escuchar distintos acentos del español: el idioma en el voceaban su mercancía los vendedores ambulantes y en el que estaban escritos también los carteles de seguridad.
A la entrada del recinto bromeaba un grupo de mujeres salvadoreñas. Habían llegado juntas en dos coches desde Nueva York y estaban encantadas de estar en Washington para la ocasión. «Venimos a ver a nuestro presidente», decía Elisabeth Sarabia. «Es el presidente de los pobres. Los hispanos le dimos el triunfo a él y somos la fuerza de ahora en adelante».