Posibles repercusiones
sobre inmigrantes gay tras fallo de la Corte Suprema
Felipe Sousa-Rodríguez, un inmigrante brasileño casado con un residente
legal de Estados Unidos, había estado esperando con ansiedad la decisión del Supremo.
Alfonso Chardy, Steve Rothaus y María Pérez
Felipe Sousa-Rodríguez, un inmigrante brasileño casado con un residente legal de Estados Unidos, había estado esperando con ansiedad la decisión del Supremo.
La razón es que el histórico fallo del miércoles bien puede permitir que Sousa-Rodríguez finalmente obtenga residencia permanente y luego ciudadanía.
Además de otorgar a parejas del mismo sexo los beneficios federales que reciben las parejas heterosexuales, también se espera que la decisión permita que las autoridades de inmigración empiecen a emitir tarjetas de residencia a los extranjeros que se han casado con ciudadanos estadounidenses o residentes legales del mismo sexo, según expertos.
La secretaria del Departamento de Seguridad Interna, Janet Napolitano, quien supervisa las agencias de inmigración, dio a la publicidad el miércoles por la tarde un comunicado en el que da a entender que el servicio de inmigración bien podría estar autorizando desde ahora tarjetas verdes a extranjeros casados con personas del mismo sexo que son ciudadanos o residentes.
“Aplaudo la decisión del Tribunal Supremo de hoy sosteniendo que la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés) es inconstitucional”, dijo Napolitano en el breve comunicado. “Esta ley discriminatoria negó a miles de parejas del mismo sexo legalmente casadas muchos beneficios federales importantes, entre ellos los beneficios de inmigración. Me complace que el Tribunal estuviera de acuerdo con la posición de la Administración de que las restricciones de DOMA violan la Constitución. En conjunto con nuestros socios federales, incluyendo el Departamento de Justicia, vamos a implementar la decisión de hoy para que así todas las parejas casadas sean tratadas con igualdad y justicia en la administración de las leyes de inmigración”.
Sin embargo, Napolitano no dio detalles de cómo se implementaría el nuevo sistema, ni el servicio de inmigración dijo cuándo empezarían a procesar las solicitudes.
Por otra parte, el sitio web ThinkProgress, dijo el miércoles que minutos después de que actuara la Corte Suprema, un juez de inmigración en Nueva York puso fin al proceso de deportación de un colombiano sin papeles que está casado con un ciudadano. El colombiano, identificado como Steven, había sido puesto en proceso de deportación luego de que el servicio de inmigración le negó la residencia.
En Miami Beach, mientras tanto, los asistentes a un acto organizado por asociaciones de defensa de los derechos la comunidad gay y transexual, celebraron la decisión de la Corte Suprema. Eusebio Cárdenas, uno de los participantes, dijo que ahora por fin su pareja de ocho años no tendrá que salir del país cada seis meses y permanecer fuera durante 90 días antes de poder regresar, como le obliga a hacer su actual visa de visitante.
Cárdenas tiene las nacionalidades inglesa y estadounidense, pero su pareja es de la República Dominicana. Vivió con su pareja en España durante cinco años para que el pudiera conseguir la residencia española y casarse legalmente allí. Pero hasta ahora, el matrimonio no les servía para poder vivir juntos en Estados Unidos o para que su pareja pudiera trabajar legalmente aquí.
“Ya le mandé un mensaje de la decisión en cuanto me enteré”, dijo Cárdenas, quien ya ha preguntado sobre los tramites que tendrá que hacer. “Podremos vivir juntos, tranquilos”, dijo.
Expertos en temas de inmigración señalaron que el fallo del Tribunal Supremo abre una nueva era en política migratoria.
“La decisión del Tribunal Supremo permite que el debate sobre la reforma migratoria no tenga que preocuparse más por el estatus de los inmigrantes gay”, dijo Laura Reiff, abogada que se encarga de la práctica de la ley de inmigración para negocios en el bufete de Greenberg Traurig en Washington, D.C. “La principal propuesta de reforma migratoria en el Senado recientemente se vio amenazada con la derrota si se introducía una enmienda que habría permitido a las parejas casadas del mismo sexo obtener los mismos beneficios de inmigración. La decisión del Tribunal Supremo parece hacer innecesaria esa enmienda”.
Pero algunos abogados de inmigración dicen que es prematuro afirmar que las autoridades federales de inmigración van a comenzar a emitir de inmediato tarjetas verdes a extranjeros casados con parejas del mismo sexo que son estadounidenses o residentes legales
“Esto depende de cómo se interprete el fallo de la Corte Suprema”, dijo Wilfredo Allen, un prominente abogado de inmigración en Miami. “El primer paso puede ser un desafío legal por alguien cuya petición ha sido denegada. Pero creo que la expedición de tarjetas de residencia a los miembros de parejas casadas del mismo sexo será una realidad eventualmente”.
Hasta ahora, ciudadanos estadounidenses o residentes legales han sido capaces de presentar peticiones para una esposa o esposo extranjero, que luego puede solicitar una tarjeta verde y tres años más tarde la ciudadanía. Pero el servicio federal de inmigración ha estado negando sistemáticamente las tarjetas de residencia a los extranjeros que están casados con estadounidenses o residentes del mismo sexo.
Activistas que defienden lose derechos de la comunidad gay, así como expertos en inmigración, dijeron que la igualdad de trato al amparo de la ley de inmigración es uno de los beneficios federales que ahora se extenderán a las parejas casadas del mismo sexo.
Felipe Sousa-Rodríguez dijo que su compañero, Juan Sousa-Rodríguez, tiene la intención de presentar una petición en breve con el servicio de inmigración solicitándolo. Ambos se casaron en Boston el año pasado. Juan es un colombiano que está a punto de convertirse en ciudadano estadounidense, mientras que Felipe es un brasileño que hasta hace poco estaba indocumentado. Fue enviado aquí por su madre cuando tenía 14 años.
Felipe y Juan son prominentes activistas que defienden los derechos de los inmigrantes en la Florida. En el 2010, estaban entre cuatro inmigrantes que caminaron desde Miami a Washington para exigir la reforma migratoria.
Actualmente la pareja vive en Tampa, donde Felipe es codirector de la organización que defiende los derechos de los gays GetEQUAL, mientras que Juan es un organizador para el sector central de la Florida para la Coalición de Inmigrantes de Florida.
Felipe dijo Juan proyecta presentar ante el servicio de inmigración la solicitud conocida como I-130, que es una petición para un “pariente extranjero”, poco después de que se convierta en un ciudadano en unas cuantas semanas.
La I-130 cubre a parientes cercanos de ciudadanos y residentes permanentes que incluyen cónyuges, padres, hermanos e hijos.
Sasha Westerman-Keuning, abogada especializada en asuntos de inmigración, dijo que por su despacho pasan muchos residentes de la Florida que tienen parejas con una nacionalidad extranjera preguntando cómo traerlos al país. “Durante anos, he tenido que decirle a tanta gente, no hay nada que hacer,” dijo Westerman-Keuning. “Pero hoy es el día”.
A Gabriel Pérez y Ray Güell, quienes han sido pareja durante 6 años, la decisión les da la esperanza de que el matrimonio gay sea reconocido en la Florida.
“Estoy conmovido”, dijo Pérez.
Güell dijo, por su parte, que los principales beneficiados serán las nuevas generaciones.
“Que los jóvenes que estaban creciendo con el estigma de que no tienen el mismo valor que los heterosexuales, ya se están criando en otro sistema”.
“Estoy súper feliz”, dijo Daniel Zavala, un inmigrante mexicano gay que el año pasado se casó con Yohandel Ruiz de Coral Gables. “Es simplemente increíble. Quiero compartir con todo el mundo y celebrar. Sabíamos que era lo lógico que iba a suceder”.
Seis meses después de su boda, las autoridades migratorias le negaron a Zavala una tarjeta verde.
“Tanto usted como el beneficiario son hombres”, le dijo un funcionario de inmigración a Ruiz en una carta. “La ley de Inmigración y Nacionalidad no define específicamente el término ‘cónyuge’ con respecto al género, pero la Sección 3 de la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), para el propósito de la elegibilidad para los beneficios federales, el ‘matrimonio’ significa una unión legal entre un hombre y una mujer como marido y mujer”.
Dado que la decisión de la Corte Suprema invalidó la Sección 3 de DOMA, el abogado de Zavala y Ruiz, Lavi Soloway, que se especializa en casos de inmigración gay, dijo que las autoridades de inmigración pueden pronto emitir tarjetas verdes a extranjeros que estén casadas con estadounidenses y residentes del mismo sexo.
Zavala y Ruiz han solicitado una nueva audiencia sobre su caso para ver si logran obtener un resultado diferente.
“Ellos van a obtener una tarjeta verde y van a vivir felices para siempre", dijo Soloway.