Los nuevos ricos en Cuba
Se pueden dar el lujo de cenar tres veces a la semana en una paladar
y pagar 150 cuc por un cubierto en la Plaza de la Catedral para comer exquisiteces
POR IVÁN GARCIA
No son tan ostentosos como los nuevos ricos rusos que compran compulsivamente y vacían los anaqueles en Marbella. Tampoco su tren de vida y gastos tiene que ver con un millonario de Qatar, que por puro placer compra un arruinado club de fútbol europeo. Los nuevos ricos cubanos tienen otra pinta y comportamiento.
"Hay varias castas. Están los privilegiados de toda la vida: ministros, gerentes de empresas boyantes o generales que han cambiado el uniforme verde olivo por una impoluta guayabera blanca. Ellos pueden comer mariscos y tomar vino tinto español", dice un exfuncionario.
En su opinión, es una clase muy especial. "Se accede por genes familiares, lealtad o adulonería. Pero es un coto exclusivo. Según su jerarquía, estos burgueses revolucionarios pueden tener un yate y hasta un Hummer".
Una nueva clase social
Una persona que conoce de cerca el poder, afirma que suelen ir de vacaciones a Ibiza o Cancún. "Están por encima de las leyes y la Constitución. Por decreto divino, pueden tener antenas de cable, internet en casa y varios autos. No necesitan apagar los los aires acondicionados para ahorrar energía y cuando el dólar estaba prohibido, en sus carteras habían billetes del supuesto enemigo".
Hubo y aún existen otros tipos de ‘ricos’. La gente les dice 'macetas'. Es una fauna variopinta de ladroncillos de cuellos blanco que se birlan unos cuantos millones de pesos y abundan en diferentes niveles de los ministerios públicos. "Portan el carnet del partido a conveniencia o te sueltan un discurso repleto de consignas revolucionarias. Ésa casta le ha sabido dar una vuelta al sistema", expresa una señora que fue sirvienta en la casa de un dirigente.
Los cubanos comunes y corrientes saben que andan en carros del Estado, con gasolina del Estado y que le roban al Estado. Que invierten en negocios familiares. Y debajo del colchón guardan dólares y euros, entre otras divisas. "Los más inteligentes desertan en un viaje oficial y con el dinero robado montan una empresa discreta en la Florida", asevera el exfuncionario.
La gente de a pie igualmente sabe que va en aumento el número de emprendedores privados que está ganando bastante en sus negocios.
También, que en Cuba existen los ‘metedores de cuerpo’. Personas que siempre han vivido al margen de la ley. Vendiendo drogas, ropa de marca, perfumes piratas, casas o autos. Y con la plata ahorrada, los 'metedores de cuerpo' abren una cafetería o alquilan habitaciones a turistas extranjeros por 30 dólares la noche.
Otros privilegiados son los ricos 'de flay’. Según una maestra jubilada, "son los cubanos que gracias a las remesas giradas por parientes en Miami, que para sostener el tren de vida de estas sanguijuelas, no pocas veces tienen hasta dos trabajos".
Todos ellos, desde la casta verde olivo hasta los ricos 'de flay’, marcan la diferencia con esa amplia mayoría de la población que come caliente una vez al día y alivia el calor con un ventilador chino.
Fastuoso tren de vida
Los nuevos ricos se pueden dar el lujo de cenar tres veces a la semana en una paladar y pagar 150 cuc por un cubierto en la Plaza de la Catedral, para comer exquisiteces y esperar el nuevo año escuchando a Isaac Delgado.
Algunos los envidian. Pero, en general, los cubanos aceptan las nuevas reglas de juego. Ven bien que su vecino tenga un negocio, haga dinero y pueda alojarse en un hotel de Varadero. Y que el Estado venda autos y te permita viajar al extranjero. Aplauden que se elimine la absurda doble moneda y reclaman mejores salarios, con la esperanza de algún día ellos también puedan cenar en restaurantes caros o visitar Cayo Coco.
Lo que la gente reprocha es la hipocresía de los jerarcas del régimen. Que hablen en nombre de los pobres mientras viven y cenan como los nuevos ricos de Rusia.
Por eso, cuando muchos cubanos ven a Raúl Castro, les parece estar observando a Vladimir Putin. Puede que sea una ilusión óptica.
Menú
Cóctel de bienvenida
Mojito criollo o San Francisco (sin alcohol)
Gran plato surtido del chef
Salpicón de filete de res, masas de cerdo fritas a la camagüeyana, escabeche de tres quesos y crepes de jamón serrano
De nuestra panadería
Variedad de panecillos y palitroques acompañados con paté de queso saborizado con albahaca y pimiento
Primer plato
Torre de pavo y glaseado de frutas, aceitunas verdes y negras sobre vegetales marinados
Plato principal
Centro de solomillo de ternera con oliva virgen extra, salsa de ciruela, romero y vino Crianza Cabernet
Guarnición
Papas a la crema
Postres
Tarta de queso y guayaba con confitado de manzana y salsa de caramelo al café/ Surtido de turrones españoles y uvas de la suerte
Infusiones
Café cubano/ Variedad de té
Bebidas
Incluidas, a su elección, toda la noche: agua mineral, jugo de frutas, refresco, cerveza nacional, vinos blanco, rosado, tinto y espumoso, ron añejo y whisky, y de la coctelería cubana: Mojito, Cuba Libre, Cubata y Habana Especial
Precio: 150,00 CUC
Delicias y exhibiciones culinarias para disfrute de todos
Parrillada de cerdo y pavo al carbón vegetal
Ajiaco criollo cocido con mangle rojo
Tres tipos de paella: con mariscos, con conejo y con vegetales
Gran torta flameada con coñac
Descorche con sable de cava Magnum
Espectáculo artístico
Se presentará un espectáculo variado con canciones y bailes del repertorio cubano e internacional.
Para festejar la llegada del nuevo año
Cotillones navideños
Gran baile con la popular orquesta cubana de Issac Delgado
Reservaciones: Restaurante El Patio
Plaza de la Catedral