Por J. GONZALO
La sociedad estadounidense está cambiando. Y no hay duda de eso si se observa de forma detenida la valoración que hacen los ciudadanos de la marihuana.
Si hace tan sólo cuatro décadas, en febrero de 1973, la aplastante mayoría estaba en contra de la legalización del cannabis, este primer mes de 2014 deja un dato para la historia: por primera vez, más de la mitad aprueba ahora su legalización. Exactamente, un 55%.
Así lo revelan los datos de una encuesta realizada por la cadena de noticias CNN, que también indican que más de seis personas de cada 10 no consideran que sea moralmente erróneo el fumarla.
Estos resultados confirman una encuesta del pasado mes de octubre llevada a cabo por Gallup y que reflejó igualmente que nunca antes la mayoría había mostrado su disposición a la legalización. En aquel estudio, el 58% la favorecía.
Derecha-Izquierda
El apoyo a la legalización es muy diferente en función de la región de los Estados Unidos. Así, el 60% de los residentes del noreste no tienen ningún inconveniente, dos puntos más de los que viven en el oeste. Sin embargo, las cifras bajan ligeramente hasta el 57% en el medioeste del país y se sitúan por debajo de la media en el sur, donde se queda en el 48%.
La diferencia más radical aparece, sin embargo, cuando el encuestado se identifica desde el punto de vista político: aquéllos que se consideran demócratas o independientes, prefieren la legalización en un 59%, mientras que en el campo republicano, las cifras se desploman hasta situarse en un tímido 36% de aprobación.
Menor disparidad aparece si se echa un vistazo al género: poco más de la mitad de la población femenina (51%) se muestra a favor, mientras que ese porcentaje escala ocho puntos más entre los hombres.
Cambios históricos
Fue en el año 1972 cuando el presidente Richard Nixon habló del "enemigo número uno de los Estados Unidos", en referencia a las drogas.
En aquel entonces, un aplastante 65% veía en el cannabis un verdadero problema, mientras que hoy siquiera dos de cada 10 personas lo considera así. De hecho, la percepción de que la marihuana puede tener consecuencias negativas para el fumador también ha caído de forma espectacular.
Así, mientras que a principio de los setenta casi tres cuartos creían que existían efectos nocivos desde el punto de vista físico o psíquico, en este 2014 casi ha caído a la mitad, y tan sólo 44% sostiene dicha idea.
Toda una revolución social
Otra de las opiniones que ha visto una modificación extrema es la referida a la marihuana como el inicio hacia otro tipo de drogas. Si en el año 1972, el 76% sostenía que el cannabis era la puerta hacia otras sustancias estupefacientes, hoy por hoy menos de la mitad de la población ve ese riesgo, y tan sólo el 47% ve fundado ese temor.
El futuro dirá si esta tendencia continúa y hacia dónde se moverá la legislación.