La larga batalla
de los matrimonios gays en Florida
STEVE ROTHAUS
Justo en el momento en que el Tribunal Supremo federal invalidaba parte de la ley federal de Defensa del Matrimonio en junio del 2013 y ordenaba al gobierno federal reconocer a las parejas del mismo sexo casadas legalmente, los activistas LGBT en Florida intensificaron sus esfuerzos por eliminar la prohibición constitucional al matrimonio gay hecha por el estado en el 2008.
Dieciocho meses después parece que ya está eliminada, y se espera que las parejas del mismo sexo puedan casarse posiblemente a partir del mismo lunes.
“Todo el que hace este trabajo se da cuenta de que es un maratón, y de que estamos haciéndolo a largo plazo. No sólo este caso, sino todo el movimiento de igualdad matrimonial ha progresado a una velocidad vertiginosa”, dijo la abogada de Miami Beach Elizabeth Schwartz, quien ayudó a representar a las seis parejas del mismo sexo que demandaron el 21 de enero del 2014 al secretario del Juzgado de Miami-Dade Harvey Ruvin para que les entregara licencias matrimoniales.
“Por supuesto que ha habido un gran trabajo de los abogados y jueces valientes, pero el crédito hay que dárselo a cada una de las parejas gay o lesbiana que expresan sus opiniones y comparten sus verdades. Eso da a la gente el beneficio de conocerlos y la oportunidad de vernos como somos”, dijo Schwartz. “Es mucho más difícil discriminar a personas a las que uno conoce y que ve y que identifica. Es mucho más fácil mantener los prejuicios cuando las personas LGBT son un concepto remoto”.
“Todo el mundo tiene derecho a vivir su vida a su gusto. Pero ellos quieren que las cosas se hagan a su manera o no se hagan. Ellos quieren que nosotros toleremos sus posiciones o sus creencias, pero ellos no aceptan al otro lado, que es el statu quo”, dijo Mario Salazar, director de ventas de informática en Coral Gables que está en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. “Para ser honesto, yo no creo que eso sea un derecho constitucional. Es una elección. El pueblo ha dado su votación con respecto a este tema, y la mayoría del pueblo no está de acuerdo con los jueces. Lo que está pasando ahora es todo política y la nueva agenda”.
El Censo de EEUU y otros datos sugieren que hay unas 48,500 parejas del mismo sexo viviendo juntas en la Florida, según el Instituto Williams, un grupo de estudio en la escuela de leyes de UCLA en Los Angeles.
“Investigaciones del Instituto Williams sugieren asimismo que 24,248 de estas parejas se casarán en los primeros tres años, generando $182.2 millones para las economías estatal y local en la Florida y $12.1 millones adicionales en ingresos por concepto del impuesto a la venta”, según un correo electrónico del instituto enviado el sábado.
Desde que la viuda de Nueva York Edith Windsor ganó su histórico caso en el Tribunal Supremo el 26 de junio del 2013, cuatro casos en contra de la prohibición del matrimonio en la Florida han sido procesados y han ganado en los tribunales estatales. Un quinto caso en que participaron nueve parejas del mismo sexo casadas legalmente en otros estados que demandaron a la Florida en los tribunales federales para que reconocieran sus matrimonios; una viuda que pidió que el certificado de defunción de su difunta esposa se cambiara de “soltera” a “casada”, y dos hombres que querían casarse en el condado de Washington, en el área del norte de la Florida.
A partir de mediados de julio, los jueces de los cinco casos declararon de manera inequívoca que la prohibición del matrimonio gay en la Florida era inconstitucional.
El 17 de julio, el juez principal de circuito de Monroe, Luis García, decidió que la prohibición del matrimonio gay era inconstitucional, y que Aaron Huntsman y William Lee Jones, vecinos de Cayo Hueso, podían casarse.
El 25 de julio, la jueza de circuito de Miami-Dade Sarah Zabel falló asimismo que las seis parejas del mismo sexo podían casarse. Los demandantes: Jorge Isaías Díaz y Don Price Johnston de Miami; Catherina Pareto y Karla Argüello de Coconut Grove; Dr. Juan Carlos Rodríguez y David Price de Davie; Vanessa y Melanie Alenier de Hollywood; Todd y Jeff Delmay de Hollywood; Summer Greene y Pamela Faerber de Plantation; y el grupo de derechos LGBT Equality Florida Institute.
El 4 de julio, el juez del circuito de Broward Dale Cohen falló que la ley era inconstitucional y dijo que él concedería a Heather Brassner el divorcio de su pareja. El anuló su fallo el día antes de que el divorcio se declarara finalizado porque el abogado de Brassner no había notificado de su demanda constitucional a la oficina de la procuradora general de la Florida Pam Bondi. El mes pasado, el caso se presentó de nuevo ante Cohen, y el 17 de diciembre, en cuatro minutos, él concedió el divorcio a Brassner.
El 5 de agosto, la jueza de circuito del Condado Palm Beach Diana Lewis ordenó que W. Jason Simpson fuera reconocido como representante personal del patrimonio de su difunto esposo. Simpson y Frank Bangor se casaron en Delaware el 23 de octubre del 2013. Bangor falleció el 14 de marzo en la casa de la pareja en el condado Palm Beach. El caso marcó la primera vez que un juez de la Florida reconoció un matrimonio entre personas del mismo sexo llevado a cabo en otro estado, de acuerdo con el abogado de Boca Raton Drew Fein.
El 21 de agosto, el juez de distrito federal Robert L. Hinkle de Tallahassee falló a favor del grupo de derechos LGBT SAVE y ocho parejas del mismo sexo representadas por ACLU de Florida: Sloan Grimsley y Joyce Albu de Palm Beach Gardens; Lindsay Myers y Sarah Humlie de Pensacola; Chuck Hunziger y Bob Collier de Broward; Juan Del Hierro y Thomas Gantt Jr. de Miami; Christian Ulvert y Carlos Andrade de Miami; Richard Milstein y Eric Hankin de Miami; Robert Loupo y John Fitzgerald de Miami; Denise Hueso y Sandra Jean Newson de Miami.
En el caso federal participaron además Arlene Goldberg de Fort Myers, cuya esposa, Carol Goldwasser, murió el 13 de marzo; una pareja de Tallahassee casada en Canadá, James Domer Brenner y Charles Dean Jones; y dos hombres, Ozzie Russ y Stephen Schlairet, que querían recibir una licencia matrimonial en el condado Washington de la Florida.
“Los observadores que miren hacia el pasado dentro de 50 años verán que los argumentos que apoyan la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo en la Florida, por sinceros que parezcan, no son sino un pretexto evidente para la discriminación”, escribió Hinkle en su fallo. “Los observadores que ahora hayan cumplido la mayoría de edad se preguntarán cómo es posible que se haya podido defender semejantes opiniones”.
Bondi presentó apelaciones en los casos de Monroe, Miami-Dade y los federales, y los jueces de esos casos pospusieron sus decisiones. No se han presentado apelaciones.
La posposición del caso de Hinkle expira después del 5 de enero. Bondi apeló primero al Tribunal de Apelaciones del 11 Circuito de EEUU y luego al Tribunal Supremo federal en busca de extensiones. Ambos tribunales se las negaron.
Ante la aproximación de la fecha límite, muchos secretarios de juzgado a nivel condal afirmaron que no seguirían la orden de Hinkle, basándose en la asesoría de la prestigiosa firma legal Greenberg Traurig, la cual representa a la Asociación de Secretarios de Juzgado y Contralores de la Florida. El 1 de julio del 2014, abogados de Greenberg Traurig en Tallahassee dijeron que los secretarios de juzgado que entreguen licencias a las parejas del mismo sexo antes de un fallo del Tribunal Supremo federal o el de la Florida, enfrentarán un “delito menor de primer grado, castigado con una condena de no más de un año de cárcel y una multa de no más de $1,000”.
Luego que varios secretarios de juzgado de la Florida dijeron que no se atendrían a la decisión del tribunal de distrito hasta que el Tribunal Supremo federal o el de la Florida definan el tema de una vez y por todas, Hinkle anunció el día de Año Nuevo que todo secretario de juzgado que haga cumplir la prohibición estatal estaría violando la Constitución de EEUU y podría ser demandado.
En una breve declaración, Bondi dijo que cada secretario de juzgado podría decidir qué hacer.
Y Greenberg Traurig se echó atrás y ordenó a los secretarios de juzgado que cumplan con el mandato de Hinkle o enfrentarán demandas.
“Cuando consideremos esta semana, dentro de cinco años, 10 años, el caos presente importará mucho menos”, dijo Howard Simon, director ejecutivo de ACLU de la Florida.
“Y, pase lo que pase en relación con si actuamos como un estado o como 67 estados separados, nadie cuestiona que cada pareja casada en otro estado será reconocida, y que será elegible para beneficios que fortalecen a las familias”, dijo Simon. “Está claro que estamos en transición hacia un estado que respetará la igualdad de las personas LGBT, al menos en lo que se refiere al matrimonio”.
La orden de Hinkle se hará efectiva a las 12:01 a.m. del martes. Pero el matrimonio entre personas del mismo sexo podría llegar al condado Miami-Dade medio día antes.
El 22 de diciembre, el secretario de juzgado de Miami-Dade Harvey Ruvin pidió a la jueza Zabel que aclarara su orden y acelerara el caso. Cerca del mediodía del sábado, abogados de las seis parejas presentaron una moción judicial pidiendo a Zabel que elimine la suspensión de inmediato.
“Eliminar la suspensión podría ser consistente con los fallos del Tribunal Supremo federal y los tribunales de circuito federal y de distrito en casos similares, en los cuales se ha permitido que las órdenes que anulan prohibiciones estatales de matrimonio se pongan en vigor mientras que las apelaciones están siendo procesadas”, escribieron los abogados.
Zabel ha fijado una audiencia en su juzgado para las 11 de la mañana del lunes.
“¿Para qué? ¿Qué va a hacer? ¿Va a eliminar la suspensión? ¿Va a dar carta abierta al secretario del juzgado? No lo sé, y todos estamos esperando con ansiedad”, dijo la demandante de Miami-Dade Vanessa Alenier. “Si ella va a celebrar una audiencia, ¿va a permitir que los demandantes soliciten una licencia matrimonial ese mismo día? Si lo hace sería fantástico. Llevamos un año esperando para solicitar la licencia. Ha pasado casi exactamente un año. Es alentador, y es una guerra de nervios al mismo tiempo. Yo no he podido dormir desde que nos enteramos de que ella va a celebrar una audiencia de urgencia. Tengo muchas preguntas en mi cabeza: ¿por qué está pasando esto? ¿Qué va a pasar ahora?”