Aunque preferiríamos pensar que los humanos podemos escoger lo que deseamos ser existen limitaciones a esta propuesta. Las limitaciones principales para ser lo que se nos antoje provienen del orden fisiológico. Por ejemplo, un hombre no puede escoger concebir y parir un bebe. Es claro que enfrentará obstáculos físicos para esto. Aunque inclusive en este aspectos existen excepciones porque un hombre o mujer que se identifica con el otro género puede cambiar su realidad física por medios quirúrgicos. En el tema de la homosexualidad encontraremos personas que dicen que si lo han logrado y otros que inclusive reclaman que pueden ayudarte a lograrlo. Pero de igual manera habrá personas que entienden que no es posible.
Si se puede o no dejar de ser homosexual tiene que ver con lo que en primera instancia nos hace serlo. Pero en este tema existe polémica. No existe una propuesta científica clara y libre de dudas sobre los orígenes de la identidad. Las personas que reclaman que se puede lograr apoyan la propuesta de que se escoge ser homosexual. Las que apoyan el que no se puede se orientan por propuesta de corte físico, genético. Al momento de redactar este ensayo la opinión científica de mayor aceptación es que la identidad se desarrolla como producto de una red compleja de factores. Partiendo de esta, parece que no será tan fácil dejar de serlo. Lo que hemos observado es que se puede dejar de practicarlo pero se continúa sintiendo la atracción.
Debemos aclarar que a nuestro entender no hay nada malo en que una persona que no se siente cómoda con su identidad persiga su felicidad intentando cambiar la misma. Pero de igual manera pensamos que una persona homosexual balanceada y con buena salud mental no necesitará cambiar su identidad. De igual manera una persona que enfrenta conflicto con sus preferencias puede ser ayudada por medio de educación y terapia. Dicho esto, proponemos que solo las personas en conflicto con sus preferencias buscaran cambiar las mismas. Aún en estos casos la evidencia parece señalar a que dejan de identificarse como homosexuales pero continúan experimentando la atracción; solo que luchan con ella. Entonces debemos preguntar, ¿Podemos llamar homosexual a una persona que siente atracción y tiene sexo con personas de su mismo sexo, pero se siente mal por ello? O, lo que describimos no es un homosexual y sí una persona en conflicto. Debemos recordar que no todas las personas que tienen sexo con personas de su mismo sexo se identifican como homosexuales. Solo a modo de ejemplo podemos mencionar los bisexuales y los actores porno.
En este punto es pertinente preguntar, ¿Qué hace que una persona que siente atracción hacía personas de su mismo sexo se sienta mal por ello? ¿Si no existiera homofobia, se sentiría igual? Debemos recordar que vivimos en una sociedad heteronormativa que define la heterosexualidad como la única forma válida de relacionarse, que fomenta la homofobia y la interiorización de la misma. Entonces, ¿Si no existiese homofobia sería necesario cambiar esta orientación?
Para ser claros, nuestro punto es que si una persona no se siente cómoda con su orientación, y entiende que puede ser más feliz siendo heterosexual, puede intentar cambiar su orientación. Pero aún en estos casos puede cambiar la manera en que se define y las prácticas sexuales, pero todo parece indicar que continuará experimentando la atracción. En este sentido el problema no es ser homosexual, el problema sería la homofobia y su impacto diario en la comunidad y la familia.
Ahora bien, una cosa es que una persona no se sienta cómoda con sus preferencias, lo cual, como dijimos, puede ser manejado con educación y terapia, y otra cosa es que se fomente la homofobia para hacer sentir mal a las personas. El fomentar la homofobia puede responder a asuntos de fe, a homofobia internalizada, o a un vulgar interés económico. Sobre razones de fe existen interpretaciones teológicas alternas que oponen la exclusión de homosexuales. Para evidencia basta con observar la proliferación de iglesias inclusivas. Sobre los que son guiados por intereses económicos nos limitaremos a decir que son simples mercaderes.
Para finalizar les invitamos a ver una entrevista realizada a un supuesto “ex gay” quien al final admite que su atracción continúa y la define como algo contra lo que tendrá que luchar toda su vida.
Nota aclaratoria, la popular y destacada periodista cubana María Elvira, practica la fe Cristiana (Pentescotal) la misma del pastor supuestamente ex gay ..Saquen sus propias conclusiones....
Nadie nace heterosexual, nadie nace homosexual, todos segun vamos creciendo definimos como será nuestra identida sexual...
Tampoco nadie se va hacer homosexual o lesbiana a sabienda que desde muy temprana edad, es descriminado y abusado por otros niños y por su propia familia... Que una persona influenciada por la familia o la religión decida no tener más relaciones sexual, eso no lo hace heterosexual, pués en el fondo de su alma, sigue sintiendo atracción por el mismo sexo...
Si una persona (normal ) no siente deseo por tener sexo, o decide no tenerlo, eso tampoco lo convierte en homosexual, seguira siendo heterosexual..
Cuantas veces hemos escuchado o conocidos de homosexuales que se han casado y han tenido hijos, solo para estar bien con la sociedad, con la familia, pero al final siempre tienen una doble vida y todos terminan sufriendo por ella, los hijos y la pareja con la que se han casado..
En fin que es muy facil juzgar la orientación sexual diferente, pero es muy dificil y sufrida la vida para el que le ha tocado la fortuna de ser homosexual...,
Los homosexuales nacen de heterosexuales, la educación es la misma para todos , pero al final nadie cambia a nadie y todos somos como nos a tocado ser...
Deja vivir y vive tú vida, que todos terminamos igualmente...
Tema anterior
Primer 