La visita del papa Francisco a Cuba, que culmina este 22 de septiembre deja a numerosos activistas y opositores detenidos, golpeados y obligados a permanecer en sus viviendas en las provincias en que fueron celebradas las misas papales: La Habana, Holguín y Santiago de Cuba.
A algunos de los disidentes les han restablecido el servicio telefónico y han podido hablar y enviar fotos de sus represores.
El primero de los incidentes más conocidos fue el de Zaqueo Báez Guerrero, Ismael Boris Reñí, Aymara Nieto Muñoz, y la Dama de Blanco María Josefa Acón Sardiñas, activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) que el sábado 20 en la tarde intentaron acercarse hasta Francisco para pedirle por los Derechos Humanos en la isla.
La televisión captó y divulgó el momento en que los hombres de seguridad del papa Francisco apartan a los activistas y acto seguido hombres de civil los detienen violentamente. Báez fue llevado a la estación policial del municipio Cerro y los demás al Vivac, en Calabazar, La Habana.
El coordinador de UNPACU, José Daniel Ferrer, reportó que cerca de 60 activistas de su organización en Santiago de Cuba han sido detenidos, entre ellos su hija Marta Beatriz Ferrer. Un número considerable de teléfonos móviles de estos disidentes estaban desconectados de la red nacional.
El expreso político Egberto Ángel Escobedo Morales posteó las fotos de autos patrulleros apostados frente a su casa en la barriada de Santos Suárez, en La Habana. Escobedo y su esposa, la Dama de Blanco María Cristina Labrada se vieron imposibilitados de asistir a la misa de Francisco en la llamada Plaza de la Revolución el sábado 20.
“Desde el viernes en la tarde ya había postas en las esquinas. El sábado las patrullas se movieron y se pusieron frente con frente a la casa. Un vecino escuchó que los militares habían recibido órdenes de golpearnos incluso, si salíamos”, señaló.
Escobedo dijo que “el mundo debe conocer que la misericordia y la paz que el Papa pide, debía pedírsela a los gobernantes cubanos para que deje en paz a los activistas pacíficos”.
Los de la Plaza están presos en 100 y Aldabó
Según Escobedo Morales un grupo de activistas y Damas de blanco se drigían en la mañana del martes al centro policial, conocido como 100 y Aldabó, para reclamar la libertad de Zaqueo Báez y los demás arrestados.
La Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería relató al programa Contacto Cuba, de Radio Martí, que ella y su esposo Rudel Montes de Oca se disponían a viajar a La Habana desde Cárdenas, Matanzas -lugar en que residen-, para escuchar la misa. Herrería detalló que incluso habían reservado pasaje en la terminal de ómnibus y tenían asientos asegurados en los buses que pondría la parroquia a la que asisten cada domingo.
El jueves 18 la policía entró a su casa, contó Ramos Herrería. Se llevaron a su esposo y a ella en patrullas diferentes. “Nos llevaron a un lugar llamado Playa Menéndez, a 75 kilómetros de la ciudad. Ese lugar era una Base de campismo y se ha deteriorado y lo tienen ahora como punto de control policial y de Guardafronteras. Aquello estaba inundado de ratones y cucarachas, había ratones muertos”, indicó.
Ramos Herrería dijo que fueron devueltos a su casa el domingo 21 en horas de la tarde sin cargo judicial ni explicación alguna.
Un comunicado del Movimiento Cristiano Liberación da cuenta de la represión contra los activistas de esta organización de la sociedad civil.
“Miembros de la policía política y colaboradores de la misma mantienen vigilada la casa del miembro del Consejo Coordinador del MCL y principal líder en la provincia Las Tunas, Armando Peña Guzmán”, señala el anuncio.
El Dr. Eduardo Cardet, que dirige el Consejo Coordinador del MCL en Cuba, logró asistir a misa en Holguín, pero fuertemente custodiado por elementos de la policía política.
En la provincia de Holguín, el opositor Eliecer Palma Pupo, de laAlianza Democrática Oriental (ADO), dijo que cuando él y su esposa intentaron salir para abordar el bus que dispuso la iglesia católica en San Germán, fueron interceptados por el delegado del Minint y el oficial de la Seguridad del Estado Yasmani Suárez.
Palma Pupo y su esposa fueron llevados a la estación policial de su localidad y liberados varias horas después, cuando ya no podían asistir ni a la misa ni a la ceremonia en que el papa bendeciría la ciudad desde lo alto de la Loma de la Cruz, en Holguín.
En esa ciudad el disidente Julio César Álvarez informó que durante días fueron estrechamente vigilados y sitiados él y su familia. “Es un aparataje nunca visto, desde dos días antes varios furgones y un cerco de alrededor de nueve personas, para que no fuéramos a misa”, dijo Álvarez, quien agregó que varias Damas de Blanco también fueron retenidas en sus casas o arrestadas y llevadas a recintos policiales.