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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 07/12/2015 16:12 |
El Alto Mando militar
fuerza aceptar la gran victoria de la oposición en Venezuela
Tintori durante su entrevista con ABC
La oposición gana las elecciones parlamentarias de Venezuela
con 99 diputados frente a los 46 del chavismo (a falta de repartir 22 escaños)
Los militares enviaron un mensaje de tranquilidad a la Casa Blanca sobre la aceptación de los resultados
Por Emili J. Blasco - Washington -
La avalancha de votos contra el Gobierno hizo ineficaz el fraude que el chavismo ejecutó al final de la jornada electoral. Las tensiones en el Ejército, cuyos principales mandos manejaban las proyecciones de resultados que daban una clara mayoría a la oposición, llevaron al ministro de Defensa a comparecer públicamente para garantizar que no iba a ocurrir nada «en contra del proceso» democrático. Los militares también enviaron mensajes de tranquilidad a la Casa Blanca a través de un canal reservado. Horas después, el Consejo Nacional Electoral concedió la victoria a la Mesa de la Unidad (MUD), otorgándole 99 diputados frente a 46 atribuidos al oficialismo(quedaban por repartir 22 escaños).
El retraso del anuncio del resultado, al filo de la medianoche, se debió a disensiones internas. Fuentes de Defensa explicaron que hubo un forjeceo con Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional saliente, que deseaba confrontar la situación movilizando la Unidad de Batalla Chávez, la organización política de los grupos paramilitares. Tras la comunicación del resultado por parte del CNE compareció el presidente del país, Nicolás Maduro, para aceptar la derrota del chavismo, que atribuyó a la «guerra» de las fuerzas capitalistas.
La tensión comenzó a las 6 de la tarde, cuando de acuerdo con la ley electoral debían cerrar los centros electorales. El CNE anunció que las puertas se mantendrían abiertas durante una hora más (en ciertos lugares llegaron a ser dos). Ese tiempo fue aprovechado por el chavismo para fabricar votos en aquellos distritos donde con ciertos crecimientos podía arrebatar escaños, en centros donde la oposición no podía controlar esa irregularidad. Así, dos testigos opositores de un centro de Cabudare, en el estado de Lara, contaron que militares del Plan República les apartaron de sus posiciones y les mantuvieron incomunicados mientras chavistas traían a personas no pertenecientes a ese centro para votar. La oposición aseguró que eso ocurrió en unos doscientos lugares.
El hecho de que el voto opositor se movilizara desde horas tempranas, siguiendo las consignas de la MUD, permitió al chavismo saber cuánto voto debía movilizar por su parte y dónde. El despliegue chavista comenzó a partir de las 2 de la tarde. La movilización chavista tardía también permitía salvar un problema que se había registrado por la mañana. Cambios en el software del sistema electoral provocaron inicialmente mucho voto nulo, pues las modificaciones, por error, exigían realizar los pasos del proceso de votación con mayor lentitud de la habitual. Por la tarde el problema se había resuelto.
Hacia las 6 de la tarde, los militares del Comando Estratégico Operacional conocían las estimaciones de las encuestas a pie de urna, que eran coincidentes en dar por ganadora a la oposición, de entrada con más de noventa escaños. Pero desde el núcleo duro chavista –el comando de campaña y el palacio presidencial– se aseguraba confidencialmente que el resultado era 83-84, con ventaja para el Gobierno. Estaba claro que se estaba produciendo un pulso, que el núcleo duro quería consolidar en su favor con una hora extra de voto irregular. Pero la avalancha del voto por el cambio y la alta participación registrada (más del 70 por ciento) dejaba poco espacio de censo para generar votos nuevos. Finalmente, la intervención del Alto Mando militar impidió una huida hacia delante.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, compareció arropado por el resto de miembros del Comando Estratégico Operacional, «obligado por los rumores» que circulaban sobre la puesta en marcha del fraude electoral. «No hay nada que esté en contra del proceso», afirmó. El ministro anunció que no se admitirían manifestaciones callejeras en un plazo de 24 horas. Eso debía impedir la actividad de grupos armados chavistas que salieran a la calle para protestar por la victoria opositora.
Venezuela tiene su primera diputada transgénero Noticia al día - Tamara Adrián se convierte en la primera diputada transgénero en la historia de Venezuela.
La activista por los derechos de la comunidad LGBT y la primera candidata transgénero en la historia política de Venezuela resultó electa este domingo 6 de diciembre, cuando se celebraron en el país las elecciones parlamentarias para escoger a 167 diputados y diputadas a la Asamblea Nacional.
En el tarjetón electoral los ciudadanos votaron por Tomás, que es el nombre que aparece en la cédula de identidad de la abogada de 61 años de edad, que decidió cambiar de sexo hace 15 años.
Adrián fue candidata en Caracas por el partido Voluntad Popular, uno de los 27 que integran la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La recién electa diputada, preside varias ONG, como la Asociación Internacional de Lesbianas, Gay Bisexuales, Transexuales e Intersexo y la Acción Global contra la transfobia, entre otras.
Fue candidata a magistrada del Tribunal Supremo de Justicia en ese país y tiene dos hijos de 28 y 26 años de su primera unión heterosexual.
Tamara Adrián
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Venezuela da la espalda al chavismo 17 años después
Venezolanos celebraban por anticipado en las calles.
La oposición alcanza los 103 escaños, a falta del reparto de
18 asientos, una mayoría que le permite destituir al vicepresidente o a los ministros
Venezuela inicia una nueva era. El país ha decidido dar la espalda al chavismo el día en que se cumplían 17 años de la primera victoria de Hugo Chávez. La oposición venezolana superó todas las adversidades posibles y ha vencido las elecciones parlamentarias. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tendrá el control de la Asamblea Nacional al obtener 103 diputados, por 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Quedan por adjudicar 18 escaños, que definirán el grado de poder con el que contarán los ganadores. Los otros están pendientes de que se cierre el escrutinio definitivo en algunos lugares. Este resultado de 103 le otorga más de tres quintos de la Asamblea, mayoría suficiente para, por ejemplo, aprobar un voto de censura a ministros o al vicepresidente Ejecutivo.
El triunfo supone un varapalo monumental a la figura y a la gestión del presidente, Nicolás Maduro, toda vez que las elecciones se habían convertido en una suerte de plebiscito. La crisis económica, la inseguridad o la persecución a los dirigentes opositores han sido motivos suficientes para que la sociedad haya dicho basta y optado por un cambio en el mapa político del país. El mandatario reconoció los "adversos resultados" y culpó de la derrota a la "guerra económica". Además, aseguró, en tono desafiante, que había ganado "una contrarrevolución". La derrota del oficialismo conlleva un golpe político para la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI, que hace dos semanas sufría un primer revés, después de la victoria de Mauricio Macri ante Daniel Scioli en las presidenciales de Argentina.
Pese a que en los últimos días los sondeos auguraban una diferencia ajustada, con una participación del 74,25%, los resultados evidencian la brecha existente entre la oposición y el oficialismo, que conserva la presidencia y mantiene el control sobre todo los poderes del Estado.
La tardanza en conocerse los resultados no pudo evitar que, mientras llegaba el anuncio oficial del Consejo Nacional Electoral, los principales líderes opositores celebraran unos resultados que ya consideraban irreversibles. Era el caso de Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López, encarcelado desde hace casi dos años y condenado a más de 13, que rebosaba felicidad. Una de las primeras medidas que prometió adoptar la oposición si ganaba los comicios era aprobar una ley de amnistía para los presos políticos.
La victoria es también un brindis a la unidad. Por primera vez, todas las formaciones opositoras confluyeron bajo un mismo paraguas, el de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un crisol de partidos políticos que van desde el centro izquierda hasta la derecha más conservadora y que ha conseguido sobreponerse a losamedrentamientos y las trabas que, durante años, le ha impuesto el oficialismo.
El cierre tardío de los colegios empañó una jornada que había transcurrido con tranquilidad y provocó las críticas unánimes de la oposición. Pese a que el sistema electoral estaba concebido para favorecer al chavismo por diversas medidas que se han tomado durante años, el oficialismo puso toda la maquinaria a funcionar en torno a mediodía. Maduro llamó a la “ofensiva popular” para que nadie se quedara en casa. El chavismo intensificó la presión sobre su electorado cuando quedaban dos horas para el cierre de las urnas, a las seis de la tarde. Tantos los mensajes de los líderes como los que se emitían incesantemente por televisión dejaban entender que los colegios seguirían abiertos pasada la hora prevista, algo que confirmó el Consejo Nacional Electoral al prolongar el cierre al menos una hora. La ley permite que permanezcan abiertos mientras haya gente por votar. Lo que hizo el chavismo fue movilizar a la gente.
La situación no era nueva. Hace tres años, en las últimas elecciones a las que se presentó el fallecido líder bolivariano, se estima que Chávez logró 800.000 votos en horas de la tarde que terminaron por ser decisivas en la victoria final. Una situación similar se produjo meses después, cuando el opositor Henrique Capriles, que partía con una amplia ventaja, terminó derrotado de nuevo, esta vez por Nicolás Maduro. Gracias la denominada Operación Remolque consiguió arañar cerca de medio millón de votos.
Por primera vez en 17 años las encuestas, que auguraban una victoria contundente para la oposición, se cumplieron. Para tratar de evitarloMaduro fue intensificando su discurso, hasta el punto de llegar a decir que tendrían que ganar “como sea”. No obstante, el presidente se mostró especialmente conciliador la noche previa a las elecciones; aseguró que sus declaraciones se habían malinterpretado e insistió en que reconocería los resultados, fuesen los que fuesen. De alguna forma, ponía la piedra sobre el tejado de la oposición en caso de que no consiguiesen una victoria que daban por segura. Y que ha consumado el comienzo de una nueva época en Venezuela. Fuente El País
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