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Día contra la homofobia
El matrimonio homosexual avanza, las leyes anti-gay también Las bodas entre personas del mismo sexo son legales en 22 países.
Mientras, una oleada de Estados prepara normas para reprimir al colectivo LGTBI.
 Manifestación por los derechos de las personas LGTBI en Bruselas el 14 de mayo.
Por María R. Sahuquillo - El PaísEl matrimonio igualitario avanza con paso firme en occidente. Desde el primer enlace entre personas del mismo sexo, celebrado en Holanda hace ya 15 años, 22 países han legalizado las bodas gays. Los últimos, Irlanda, México, Estados Unidos y Colombia; los cuatro en 2015, un año histórico para los derechos civiles. Pero mientras una parte del mundo camina hacia la igualdad de derechos, otra oleada de países, como Bulgaria o Kirguistán, prepara leyes que, aludiendo a la moralidad, discriminan, reprimen e invisibilizan a los gays, lesbianas, transexuales, bisexuales, e Intersexuales (LGTBI). El 17 de mayo se celebra el Día internacional contra la Homofobia y la equidad está lejos de ser real: las relaciones homosexuales son todavía delito en 75 países del mundo; en siete de ellos la condena puede ser a muerte.
Hace unos días, la policía nigeriana arrestó a seis personas por mantener relaciones homosexuales en la ciudad de Benin, en una de las 12 provincias del país que lo consideran “delito contra natura”. Los arrestados, la mayoría veinteañeros, se enfrentan ahora a penas de hasta 14 años de cárcel. Y el suyo no es un caso aislado. Nigeria es, junto con Egipto, Gambia, Arabia Saudí, Irak, Rusia, Irán e Indonesia, uno de los Estados que reprimen más activamente a los homosexuales, según el informe anual de la Asociación Internacional de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA), hecho público este martes.
El estudio, que hace una radiografía de los derechos de las personas LGTBI en todo el mundo, alerta, además, del creciente número de países que apuestan por leyes antigais. Normas que, aludiendo a razones como la moralidad o la protección de los menores, restringen la libertad de expresión y las informaciones relacionadas con minorías sexuales o que hablan de relaciones que sus Gobiernos consideran “no tradicionales”.
En los últimos tres años, Rusia, Argelia, Nigeria y Lituania han aprobado este tipo de normas, que llaman de “propaganda” y que ya existían en una decena de Estados. Además, explica Aengus Carroll, el autor del informe, otros seis países –Ucrania, Bielorrusia, Bulgaria, Letonia, Kazajistán y Kirguistán-- debaten medidas que siguen los pasos de leyes como la rusa, que prohíbe hablar de la homosexualidad, o la nigeriana, que prohíbe el registro de clubes, organizaciones o manifestaciones gais, y que castiga con hasta 10 años de cárcel a quien tome parte en alguna de estas actividades.
Sin olvidar lo que está ocurriendo en los últimos meses en Estados Unidos con leyes antigay como las de Carolina del Norte y Misisipí. Estados en los que se dificulta el acceso a los baños públicos a los transexuales o se puede denegar servicios a parejas gais, si se aluden motivos religiosos.
Una realidad que contrasta radicalmente con la prohibición de las terapias denominadas “de conversión” en algunos países. O con la aprobación en cada vez más Estados de medidas específicas contra los delitos de odio, que agravan las infracciones cometidas por razón de orientación sexual, explican Helen Nolan y Diana Carolina Prado Mosquera, encargadas de programas de la ONU.
Una realidad que contrasta radicalmente con la prohibición de las terapias denominadas “de conversión” en algunos países. O con la aprobación en cada vez más Estados de medidas específicas contra los delitos de odio, que agravan las infracciones cometidas por razón de orientación sexual, explican Helen Nolan y Diana Carolina Prado Mosquera, encargadas de programas de la ONU.
Por no hablar de una de las mayores victorias contra la discriminación en varias décadas –también por lo simbólico--: la legalización en todos los Estados de EE UU del matrimonio igualitario, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo. Una decisión que sumada a otras similares en Brasil, Colombia o México ha supuesto el colofón a un lustro de avances en un continente que, por otra parte, es bastante conservador en el terreno de los derechos sexuales y reproductivos –como en el acceso a la contracepción o la penalización del aborto–.
A pesar de estos enormes pasos, el mapa que radiografía los derechos de las personas LGTBI revela una enorme desigualdad. “Las leyes de matrimonio igualitario y de uniones civiles suponen grandes progresos, pero están muy limitados a los países occidentales”, apunta también el autor del informe de ILGA, que se hace público en el Día Internacional contra la Homofobia –señalado el 17 de marzo para conmemorar la eliminación, en 1990, de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS)–.
De hecho, la primera encuesta a nivel mundial sobre las actitudes hacia las personas LGTBI encargada por ILGA muestra que el 45% de la población está en contra del matrimonio igualitario. En Europa –donde 12 países permiten las uniones civiles entre personas del mismo sexo pero no los matrimonios–, un 34% de los encuestados apoyan abiertamente las bodas gais; en África no llegan al 17%. La encuesta, realizada por la consultora canadiense Riwi Corp a través de entrevistas online a casi 97.000 personas de 65 países, muestra también que muchos ciudadanos creen que la homosexualidad es un fenómeno de los países desarrollados.
Eso es lo que piensan el 47% de los encuestados en África y el 42% de los sondeados en Asia. En Europa y América, quienes piensan que las relaciones entre personas del mismo sexo conciernen sólo al llamado primer mundo no pasan del 24% de los encuestados.
Además, un cuarto de la población mundial, de media, opina que la homosexualidad debe ser un delito. Un porcentaje que también varía mucho por zonas. En África, donde se concentra el mayor número de países represores, el 45% de los encuestados consideran que debe criminalizarse (sobre todo en Ghana, Nigeria y Uganda); en Asia, un 34% están muy de acuerdo con ello. Mientras, en América lo piensan un 15%; en Europa, un 17% y en Oceanía, un 14%. .....
Hoy celebramos el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, y aún quedan muchos avances por lograr en todo el mundo. En la capital de un país como el nuestro, de los más avanzados en tema de derechos del colectivo LGBT, estamos sufriendo una oleada de agresiones homófobas histórica. ¿Pero cómo está la cosa fuera de nuestras fronteras? Peor.
La homosexualidad sigue siendo considerada un delito en 75 países. De entre ellos, todavía quedan 13 en los que ser gay supone la pena de muerte. Y en otros países, como por ejemplo Estados Unidos, llegan varias leyes homófobas que se resisten a aceptar la realidad del mundo tal y como es. Por ejemplo, una ley homófoba condena a 15 años de cárcel a quienes practiquen sexo gay en Michigan.
Poco a poco el matrimonio igualitario va llegando a más países. Actualmente 22 países han legalizado las bodas entre personas del mismo sexo. En Holanda se celebraba la primera boda gay hace ya 15 años, pero en Estados Unidos, Irlanda, México o Colombia solo pueden casarse desde el año 2015.
Legislación a un lado, queda mucho por cambiar en la sociedad y falta educación. Una encuestra realizada a nivel mundial sobre las actitudes sociales hacia homosexuales, bisexuales y transexuales lo pone de manifiesto. El 45% de la población está en contra del matrimonio igualitario y el 25% cree que la homosexualidad tiene que ser un delito penado.
Por todo esto, en este Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, te animamos a difundir la palabra y poner tu granito de arena para erradicar esta lacra y luchar por tus derechos. Hoy ya hace 26 años que la OMS eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.
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DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA HOMOFOBIA
Mis hijos tienen dos papás España fue el primer país en establecer la igualdad en lo relativo
a la adopción de las parejas gays. La diversidad familiar es un hecho que avanza
ESTEFANÍA GRIJOTA -17 MAY 2016 - El País Día Internacional contra la Homofobia “Ellos saben que existen muchos tipos de familia y, son los primeros que lo dicen en el cole cuando se presentan a sus compañeros". Así de normalizado tienen los dos hijos de Isaac y Hugo, de cinco y dos años, el vivir en una casa con dos padres. Y es que en España, cualquier pareja que quiera tener hijos, sea de dos hombres, dos mujeres, o un hombre y una mujer, tiene el derecho a hacerlo. Una situación de igualdad que no viven ni de cerca la mayor parte del mundo. Tan solo 22 países han legalizado las bodas gays, mientras que las relaciones homosexuales aún son delito en 75 países,según un informe publicado con motivo del Día Internacional contra la Homofobia.
Isaac, de 30 años, y Hugo, de 33, lo han tenido siempre claro. Fue una decisión que tomaron de mutuo acuerdo. “El tema de formar una familia fue muy meditado y consensuado entre mi marido y yo, queríamos tener hijos”, afirma Isaac. En este caso, la pareja no optó por la subrogación, pues piensan que hay muchos niños que desean tener un hogar, así que se decidieron por la adopción. Sin embargo, el proceso no fue nada fácil. “Fue una experiencia muy dura, una montaña rusa en la que no te facilitan demasiada información”. A pesar de todo, el único requisito que diferencia a las parejas homosexuales de las heterosexuales a la hora de adoptar es que tienen que estar registradas como pareja de hecho. “Nos dieron un plazo de 10 días y nosotros decidimos ir más allá y casarnos”, recuerda Isaac. En diciembre de 2015, conocieron a los que, hoy en día, son sus hijos, que recibieron con mucho agrado la noticia de que, por fin, iban a tener una familia. "Cuando le dijeron a mi hijo mayor que iba a tener dos papás, él respondió ¡ah, vale!", cuenta.
Cuando le dijeron a mi hijo mayor que iba a tener dos papás, él respondió ¡ah, vale!” Los niños no han notado ningún trato discriminatorio o diferente. "Tal vez porque son todavía muy pequeños. Normalmente, cuando se presentan en el cole a otros niños lo dicen con naturalidad, hablan de sus papás y a los otros peques no les sorprende. Nunca les han hecho ningún comentario despectivo. Aunque somos conscientes de que probablemente en el futuro lo vivan, pero a ellos no les ha pasado aún", explican estos padres.
El matrimonio es miembro de la Asociación madrileña de Familias de Gays y Lesbianas con hijos e hijas (GALEHI). En ella, participan de forma muy activa en las acciones que desarrollan para promover y reivindicar los derechos de este colectivo. Entre las diferentes actividades que realizan, destacan las charlas en diferentes institutos y la denominada biblioteca de colores, un espacio que pretende ayudar a los profesores de los hijos de homosexuales a adaptarse a esta situación y colaborar con ellos en el trabajo de la diversidad familiar y afectiva en las aulas. Además, asisten a reuniones con otras familias para que aprendan a convivir con diferentes tipos familiares. “Asistimos a cumpleaños u otros acontecimientos junto con diversas familias amigas”, explican.
España, un país pionero A partir del año 2000, en las comunidades autónomas de Navarra, País Vasco, Cataluña y Aragón se reguló la adopción conjunta por las parejas de hecho homosexuales, aunque en Asturias, Cantabria y Andalucía se legalizó solo el acogimiento de menores. Además, con la ley 13/2005, España se convirtió en el primer país que estableció la igualdad total en lo relativo a la adopción y matrimonio para las parejas del mismo sexo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó una encuesta en 2011 en la que concluyó que un 56% de los ciudadanos se muestra a favor de que las uniones entre personas del mismo sexo se denominen “matrimonios”, y de que puedan adoptar hijos.
La igualdad en España contrasta con la situación en otros países, donde incluso aumentan las leyes contra los colectivos LGTBI (gays, lesbianas, transexuales, bisexuales, e Intersexuales). El 23 de marzo de este año se aprobaron en los Estados de Carolina del Norte y Misisipí dos normativas que legalizan la discriminación contra los homosexuales. Pese a que Estados Unidos reconoció el derecho al matrimonio igualitario en 2015, a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo, la ley de Misisipí establece: “El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. El Estado no actuará contra aquellas personas que se nieguen a acoger o adoptar a niños basándose únicamente en su orientación sexual”, aludiendo a la libertad religiosa. “Me parece una vejación absoluta a los derechos humanos, Es vergonzoso que en el siglo en que estamos la religión esté por encima de los derechos de los seres humanos. La orientación sexual no es algo que pueda elegirse. Y si se nos tacha de enfermos, yo quiero mi paga por invalidez total y crónica”, dice con énfasis Issac.
La polémica de los estudios Un estudio realizado en marzo de 2015 por el profesor de política y asuntos internacionales John B. Londregan, de la Universidad de Princenton, afirma: “La Asociación Americana de Psicología declara que no hay diferencias en la capacidad de paternidad de las parejas del mismo sexo en comparación a las parejas heterosexuales casadas”. El catedrático publicó un libro con todas sus investigaciones denominado No Differences? How Children in Same-Sex Households Fare ("¿No hay diferencias? Cómo se comportan los niños en hogares del mismo sexo", en su traducción al español). En él, se recogen varios ensayos y artículos académicos que ayudan a esclarecer los puntos cruciales de debate con respecto a la crianza de niños por parte de parejas gays. En contra, una investigación realizada en 2012 por el sociólogo de la Universidad de Texas Mark Regnerus, conocida como la New Family Structures Study o Estudio de Regnerus, afirma que los niños que conviven en familias en las que uno de sus miembros es homosexual se ven dañados en su desarrollo personal. Sin duda, la polémica está servida.
Una de cada cinco familias gays considera complicado encontrar colegio para sus hijos, según un estudio elaborado por la Universidad Autónoma de Madrid en 2012. Exactamente, un 11% aseguraba que tenía problemas para hacerlo y otro 11%, que no era nada sencillo. Además, un 86% evita llevarlos a un colegio religioso “por miedo a que sean discriminados”, analistas y asociaciones vinculan este problema con el rechazo de la jerarquía eclesiástica a las parejas homosexuales. “España es un país pionero en el reconocimiento de las familias monoparentales”, concluía el estudio, que relacionaba este fenómeno a la legalización del matrimonio homosexual en 2005. Según la misma investigación, el 85% de las familias se siente bien acogida por la sociedad, mientras que solo entre el 10% y el 20% de los entrevistados manifestaron haber sufrido discriminación en distintos ámbitos. Uno de cada cinco aseguraba que sus hijos fueron objeto de algún insulto, aunque son minoritarios los casos en los que se repiten las ofensas.
El debate en torno al fenómeno gay es muy extenso. Sin embargo, los niños de Isaac y Hugo lo tienen muy claro, y son felices aunque su familia no sea como la mayoría. Quizás habría que darles más voz a los niños a la hora de considerar qué es lo mejor para ellos, si tener dos papás, dos mamás, o un padre y una madre. Vía El País
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