Autor de masacre en Orlando había sido investigado por el FBI
Omar Mateen
Un hombre de la Florida que había sido investigado dos veces por posibles vínculos con el terrorismo resultó ser el agresor que tomó por asalto con un fusil militar un popular club nocturno gay, con un saldo de 50 muertos y 53 heridos, en el peor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos.
El FBI confirmó el domingo que Omar Mateen, de 29 años, fue el atacante que se abrió paso a tiros en el Club Pulse a primeras horas de la madrugada del domingo, donde se batió con una docena de agentes antes de caer abatido.
El asombroso espasmo de violencia ha estremecido al país, que ya ha enfrentado numerosos tiroteos masivos y la amenaza del extremismo islámico. El presidente Barack Obama calificó el atentado “un acto de terror y un acto de odio”contra la comunidad gay.
Líderes electos y ciudadanos de a pie expresaron su indignación y dolor en los medios sociales. En Orlando, miles hicieron fila en bancos de sangre para donar a beneficio de los heridos y las autoridades comenzaron a dar a conocer los nombres de los fallecidos. Y en todo el país ya se planeaban vigilias para tarde el domingo, como en Miami Beach y Wilton Manors.
“Este es probablemente el día más difícil en la historia de Orlando”, dijo el alcalde, Buddy Dyer, a los reporteros el domingo por la tarde. “Pero un agresor lleno de odio no podrá definir quienes somos”.
Para las autoridades policiales, la investigación tomó un fuerte impulso el domingo por la tarde. El FBI, que lidera la pesquisa, ahora debe identificar qué motivó a Mateen —guardia de seguridad de la zona de Fort Pierce que tenía una licencia estatal de porte de armas— a cometer tal masacre.
Desde el principio, los agentes han sospechado que Mateen puede haberse inspirado en el grupo terrorista Estado Islámico, que ha masacrado a gays, cristianos y otros grupos al tomar el control de grandes territorios en el Medio Oriente.
Una fuente policial dijo que Mateen llamó al número de emergencia 911 desde el club para expresar apoyo al Estado Islámico. En una conferencia de prensa el domingo por la tarde, el agente especial de FBI Ron Hopper, a cargo de la oficina de Orlando, declinó confirmar reportes noticiosos de que Mateen había “jurado fidelidad” al grupo militante. Pero dijo que el FBI había investigado dos veces a Mateen.
Una vez en 2013, se alegó que Mateen hizo “comentarios provocadores” sobre el terrorismo. Pero una “vigilancia física”, verificación de registros y dos entrevistas con Mateen no terminaron en cargos, dijo Hopper.
“No pudimos verificar la sustancia de sus comentarios”, agregó el agente del FBI.
Entonces, en 2014, Mateen fue investigado de nuevo por una posible relación con la estadounidense Moner Mohammad Abusalha, una terrorista suicida que se mató en Siria en 2014. Pero la investigación tampoco produjo ninguna evidencia concreta, añadió.
Mateen no tenía antecedentes penales en la Florida, por lo que pudo comprar las dos armas legalmente, según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
“No estaba sometido a ninguna prohibición, de manera que podía entrar a una armería y comprar armas. Y eso fue lo que hizo, aproximadamente en la última semana”, dijo Trevor Velinor, agente especial de la ATF, el domingo en Orlando.
El domingo por la tarde, una cuenta de Twitter filiada con ISIS se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Pero el padre del agresor, Mir Seddique, dijo a NBC News que creía que las acciones de su hijo “no tuvieron nada que ver con asuntos religiosos”, sino con la furia acumulada después que su hijo, durante un viaje con la familia, vio a dos hombres besándose en Bayside Marketplace, en centro de Miami, hace unos meses.
“Nos disculpamos por todo lo ocurrido”, declaró a NBC News. “No sabíamos nada de lo que estaba haciendo. Estamos en choque, como el resto del país.
El representante Alan Grayson, hablando a los reporteros el domingo, dijo que creía que los hechos fueron un “delito de odio”.
Nacido en Nueva York de padres afganos, Mateen ha vivido en las zonas de Fort Pierce y Port St. Lucie, a unas 118 millas de Orlando.
Los registros estatales muestran que tenía una licencia estatal de guardia de seguridad y una licencia estatal de porte de armas. Algunos medios de prensa estaban mostrando fotos que supuestamente son de Mateen —tomadas de una cuenta de MySpace— con camisetas de la Policía de Nueva York, del tipo que compran los turistas.
Los registros estatales muestran que estuvo casado brevemente con una mujer llamada Sitora Yusufiy en 2009; desde entonces se divorciaron. Su ex esposa declaró al diario Washington Post que Mateen perdió la estabilidad mental. “Llegaba a la casa y comenzaba a pegarme porque no había lavado la ropa o cosas por el estilo”, le dijo al diario.
La masacre ocurrió en el club Pulso de Orlando, popular entre la comunidad gay, donde cientos celebraban una noche de tema latino. La policía dijo que Mateen abrió fuego a eso de las 2 a.m. y que tomó a numerosos rehenes justo antes de la hora de cierre del lugar, cuando la gente tomaba su último trago.
Las autoridades dijeron que llevaba un fusil AR-15 y una pistola.
Malcolm Barraza, de Kendall, estaba en Orlando por razones de trabajo y estaba por terminar la noche en la pista de baile cuando sonaron los disparos.
“Es un sonido particular, uno lo sabe de inmediato. Escuchamos los gritos, todos se lanzaron al piso, en ese momento era un caos completo”, declaró al El Nuevo Herald .
Entonces las luces se apagaron de repente. Un guardia del club derribó una división entre el interior del club y una zona trasera a donde solo pueden entrar los empleados, lo que permitió escapar a muchos por la parte trasera.
Poco después de las 2 de la madrugada, el club informó en su página de : “Salgan todos y no paren de correr”.
Barraza y cinco de sus amigos lograron escapar. “Yo corrí a mi carro. Yo tenía telas en el vehículo, que usé para ayudar a los heridos que veía. A muchos los sacaban heridos y sangrando”, contó.
Los paramédicos y policías fuertemente armados llegaron rápido al lugar, pero el agresor se mantuvo adentro varias horas, hasta poco antes de las 6 a.m., cuando la policía decidió tomar el club por asalto.
Once agentes de Orlando abrieron fuego, junto con tres policías del Condado Orange. Mateen fue abatido en la intensa balacera. Un policía de Orlando fue herido en la cabeza, pero su casco de Kevlar le salvó la vida. La Policía tuiteó después una foto del casco con la marca de la bala.
Mientras tanto, el personal médico trabajaba a toda velocidad para ayudar a los heridos de gravedad. Seis cirujanos traumatólogos, entre ellos un pediatra, llegaron de presa a hospitales de la zona mientras médicos pedían a la gente que donara sangre en sus bancos locales de sangre.
“Hemos pasado la mañana operando a varias víctimas”, dijo el Dr. Michael Cheatham, del Orlando Regional Medical Center, a los reporteros.
A las 3 de la tarde el hospital confirmó que 44 adultos fueron admitidos al centro con heridas de bala. Nueve murieron en el hospital, uno fue dado de alta y todos los pacientes fueron identificados.
A medida que la noticia de los hechos se propagaba, miles fueron a bancos de sangre a donar o a entregar agua a los que hacía fila.
Chris Brooks, de 31 años y quien creció en Orlando, manejó más de cuatro horas desde Merritt Island. Brooks toma anticoagulantes, de manera que no sabía si podía donar sangre, así que estaba ayudando a distribuir agua y otros suministros.
“Creo que es el momento de hacer algo por los demás”, dijo.
Ruth Schultz ni siquiera se molestó en colocar el letrero de CERRADO en su negocio, la boutique Got Karma. Se fue derecho a un banco local a donar sangre.
“Es algo hermoso”, dijo, mientras observada a unas mil personas en fila para donar sangre. “Es algo hermoso”.
El domingo antes del mediodía, políticos de todo el espectro —entre ellos los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump— habían elevado la masacre a un tema de campaña con comunicados y tuits.
“Esto fue un acto de odio. El agresor atacó a un club gay durante el Mes del Orgullo Gay”, dijo Clinton en un comunicado. “La comunidad LGBT debe saber que cuentan con millones de aliados en todo nuestro país. Yo soy una de ellas”.
Trump, cuya divisiva campaña ha estado marcada por la retórica dura sobre musulmanes y el extremismo islámico, se alabó a sí mismo cuando tuiteó: “Agradezco las felicitaciones por tener razón sobre el terrorismo radical islámico, pero no quiero felicitaciones, quiero vigilancia. ¡Tenemos que ser listos!”
Mientras tanto, líderes religiosos y de la comunidad gay pedían calma.
“Estamos acongojados. Estamos tristes. No es hora de noticias sensacionalistas ni de juicios apresurados”, dijo el imán Muhammad Musri, de la Sociedad Islámica del Centro de la Florida, en Orlando, a los reporteros frente al lugar de los hechos. “Tenemos que estudiar este asunto de los asesinatos en masa porque ya es demasiado”.
Equality Florida, la organización de derechos de la comunidad LGBT, estableció un GoFundMe para apoyar las víctimas de los hechos. En siete horas, más de 13,000 personas habían donado más de $500,000.
“Estamos muy tristes y furiosos de que esta violencia sin sentido una vez más ha acabado con tantas vidas en nuestro estado y país”, expresaron directivos de la organización en un comunicado en la página de Internet.
Los hechos ocurrieron un días después de otro hecho de violencia en Orlando.
El viernes, Christina Grimmie, de 22 años, sensación de YouTube y ex concursante de The Voice, fue abatida a tiros después de un concierto en Orlando por un hombre de 27 años y de St. Petersburg que se suicidó después. La policía dijo que creía que el agresor fue al lugar específicamente para matar a Grimmie.