TRUMP RECURRE A LA ISLAMOFOBIA PARA ATRAER A LOS VOTANTES LGTB
Peter Thiel orgulloso de ser gay ... está enamorado del payaso racista Trump
“Como vuestro presidente, haré todo lo que esté en mi mano para proteger a nuestros ciudadanos LGBTQ de la violencia y la opresión de una ideología extranjera llena de odio, creedme”. Fue la única referencia al colectivo LGTB en el discurso de aceptación de la nominación republicana por parte de Donald Trump. Una frase que está sirviendo a algunos medios de comunicación generalistas (no especialmente preocupados por el detalle cuando de la realidad LGTB se trata) para presentar a Trump como un político sensible a los derechos de este colectivo. Activistas LGTB como Michelangelo Signorile ya han alertado de lo equivocado de esta percepción.
La frase de Trump se entiende perfectamente en el contexto de de la campaña del candidato republicano, uno de cuyos ejes es atizar la islamofobia y el miedo al terrorismo de raíz islamista, al que el gobierno de Barack Obama estaría supuestamente dando alas. Si a eso unimos que la corriente homocon de gais conservadores afines al Partido Republicano nunca ha ocultado sus preferencias por Trump como candidato y ha asumido como propio el argumentario que sitúa al islam (y no a la derecha religiosa estadounidense) como principal enemigo de la causa LGTB, tenemos el escenario perfecto.
No es casualidad, de hecho, que coincidiendo con la convención republicana que se desarrolló la pasada semana en Cleveland tuviera lugar un evento de apoyo a la candidatura de Donald Trump por parte de un grupo (ciertamente pequeño) de personas LGTB. Los dos principales oradores fueron Milo Yiannopoulos, un columnista conservador abiertamente gay, protagonista de varias polémicas en redes sociales (la última de ellas, la suspensión de su cuenta de Twitter debido a sus insultos a la actriz Leslie Jones) y la activista antimusulmana Pamela Geller. En el evento, por cierto, estuvo también presente el holandés Geert Wilders, líder del islamófobo Partido por la Libertad (PVV).
La intervención de Yiannopoulos, del que son bien conocidas sus opiniones contra el feminismo y el islam, resumió a la perfección el núcleo actual del ideario homocon: el Partido Demócrata no ha hecho nada por los gais, sino que por el contrario ha abierto el país a los musulmanes, enemigos de los derechos LGTB, y Trump es el candidato más pro-LGTB de la historia estadounidense.
Peter Thiel: “orgulloso de ser gay”, pero…
El segundo elemento que ha contribuido a que los medios “dulcifiquen” el perfil de Trump a la hora de presentarlo como pro-LGTB fue la intervención como orador en la propia convención republicana del empresario abiertamente gay Peter Thiel. Thiel, conocido sobre todo por ser uno de los confundadores de PayPal y el primer gran inversor en Facebook (compañía de la que es uno de los principales directivos), se define como libertario, pero no ha dudado en apoyar a todos y cada uno de los últimos candidatos republicanos a la Casa Blanca pese a carecer de ese perfil. También lo ha hecho ahora con Donald Trump.
Thiel, justo es reconocerlo, ha sido el primer orador de la historia de las convenciones republicanas que ha proclamado abiertamente su orgullo de ser gay y republicano. Tras esa primera frase, su intervención poco tuvo que ver sin embargo con la defensa de los derechos LGTB, a los que de hecho quitó importancia. “Cuando yo era un niño, el gran debate era sobre cómo derrotar a la Unión Soviética. Y ganamos. Ahora se nos dice que el gran debate es sobre quién usa cada cuarto de baño. Eso es una distracción de nuestros problemas reales. ¿A quién le importa?”, se preguntó, en referencia a la polémica sobre la ley anti-LGTB de Carolina del Norte. Curiosa pregunta, por cierto, teniendo en cuenta que es a su partido al que más parece importarle el tema, hasta el punto de legislar de forma expresa para prohibir a las personas trans usar los baños públicos que corresponden a su identidad de género…
Thiel, por otra parte, no tuvo problema en reconocer que apoya al Partido Republicano pese a que la plataforma política aprobada en la convención de Cleveland es abiertamente anti-LGTB. “No coincido con todos los puntos que recoge nuestra plataforma. Pero las falsas guerras culturales solo nos distraen de nuestro declive económico”, aseguró, volviendo a minimizar la importancia de los derechos LGTB en el debate político.
Michelangelo Signorile: los medios no reflejan bien a Trump
Son diversos los medios LGTB, sobre todo del ámbito anglosajón, que no se dejan engañar por frases llamativas y analizan con profundidad las nefastas propuestas republicanas en esta materia (nosotros lo hacíamos hace pocos días). Pero si un artículo nos ha llamado la atención, en este sentido, esel publicado por el columnista y activista Michelangelo Signorile, editor de Queer Voices (antes Gay Voices, la “sección LGTB” de The Huffington Post). Signorile repasa la cobertura que de la convención republicana han hecho diversos medios (no necesariamente los más conservadores) y critica muy duramente la superficialidad con la que estos han tratado las referencias a la realidad LGTB, presentando a Donald Trump casi como un campeón en esta materia, que ha traído la renovación al Partido Republicano, en lugar de destacar cómo en realidad el candidato se ha plegado a las exigencias de su sector más conservador.
Signorile explica, por mencionar dos ejemplos, que ABC News destacó como “histórico”el uso de Trump del acrónimo “LGBTQ”, poniéndolo como ejemplo de la renovación que Trump suponía, mientras que CNN llegaba a asegurar que las opiniones de Trump en materia LGTB eran en realidad contrarias a las que expresa la plataforma republicana. Signorile explica a continuación que el uso del acrónimo “LGTBQ” no supone en realidad ningún problema para los conservadores, que lo aceptan como una concesión menor. Y pone como ejemplo a Tony Perkins, presidente del homófobo Family Researh Council, que tras el atentado de Orlando se alineó con las tesis de Trump y aseguró ya que ningún americano “LGBT, católico, protestante, e incluso ateo” debería“vivir con miedo” en su país. Perkins, por cierto, participó en la convención republicana y pidió abiertamente a los cristianos conservadores que votaran masivamente por Trump.
Por lo que se refiere a las opiniones de Trump, como bien explicábamos hace pocos días, si bien es cierto que no pueden equipararse en fiereza a las del que fue su principal oponente en las primarias, Ted Cruz, han ido evolucionando hacia una homofobia manifiesta. Trump ha llegado a asegurar que propondrá como candidatos al Tribunal Supremo a jueces dispuestos a revertir la sentencia que extendió el matrimonio igualitario a todo el país.
Signorile, que también explica sus controversias en este terreno con periodistas de The New York Times, acaba su artículo alertando a los medios sobre el peligro de caer en esta forma “irresponsable y superficial de informar” sobre Trump y pasar de largo sobre las políticas concretas que proponen los republicanos en materia LGTB. Solo el tiempo dirá si no es ya demasiado tarde…
Votar es un derecho, si no votas otro decide por tí.
«Este noviembre, cuando vayamos a las urnas, no vamos a votar a un candidato republicano o demócrata; no vamos a
votar a la derecha o a la izquierda; vamos a votar a la persona que determinará la vida de nuestros hijos y de las próximas generaciones»