Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: La libertad de prensa en Cuba murió a punta de pistola
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: administrador2  (Mensaje original) Enviado: 13/08/2016 17:48
Entre el 10 de enero de 1959 y el 23 de diciembre de 1960,
Fidel Castro se adueñó de todos los medios de comunicación
 
79D76789-BC24-4057-8727-49BD54FF9BAB_w987_r1_s.jpg (987×555)
La libertad de prensa murió a punta de pistola
             Tania Díaz Castro  | La Habana | Cubanet
Apuesto a que Fulgencio Batista no había ‘aterrizado’ aún de su salida de La Habana del 31 de diciembre de 1958, cuando entre el 10 de enero de 1959 y el 23 de diciembre de 1960, a punta de pistola, Fidel Castro, amparado en su gobierno de facto, se adueñó de todos los medios masivos de divulgación.
 
Todo comenzó aquel sábado 10 de enero, cuando a los dos días de llegar a La Habana, visitó inesperadamente en su despacho al dueño y director de la Revista Bohemia, Miguel Angel Quevedo. No se trataba de una visita de cumplido a cualquier director de prensa, puesto que, según Fidel Castro ¨…Quevedo había sido un hombre sensible al juicio de la historia, un amigo, hombre de cuya sensibilidad pública y patriótica tengo en muy alto concepto…¨
 
La visita tenía otro propósito. Fidel llegaba vestido de militar, con su bien visible pistola al cinto y como guardaespaldas, un intimidante montón de barbudos, portando armas largas. Quería impresionar a Quevedo y a todos los periodistas allí presentes, decirles que a partir de ese mismo día, el jefe de la prensa nacional en Cuba era él y nadie más.
 
Dejó constancia y escribió, sin puntos ni comas: ¨A la Revista Bohemia mi primer saludo después de la victoria porque fue nuestro más firme baluarte¨.
 
Esas palabras no estaban motivadas por un sincero agradecimiento. Fidel ya tenía en mente la idea de darle una patada por el trasero a Quevedo, robarle su Revista Bohemia, ¨el firme baluarte¨, que había utilizado para publicar todos sus escritos.
 
Igual que muchos otros propietarios de revistas y periódicos, Quevedo fue un fiel representante de la ética periodística que emana de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Cumplía a cabalidad con ¨el derecho a réplica¨ y con la libertad de opinión en general. De eso se sirvió Fidel y de toda la liberta de la prensa de aquellos años cincuenta.
 
Sin embargo, desde el 13 de junio de 1959, Quevedo comenzó a ver resquebrajada la libertad de prensa, al ponerse en práctica las  ¨coletillas¨, introducidas al pie de los artículos adversos al régimen, publicados en los periódicos, supuestamente redactadas por obreros gráficos, y luego de que Fidel Castro calificara de traidores a quienes criticaran las medidas fundamentales del gobierno.
 
Durante los cortos años que yo trabajé en la Revista Bohemia como reportera, de 1968 a 1971, comentaban los periodistas Fulvio Fuentes, Mario García del Cueto, Campoamor, Agramonte y hasta el mismo Tony, hermano de Enrique de la Osa, cómo aquel 10 de enero, muy emocionado, a Quevedo se le salieron las lágrimas, cuando vio de pronto a Fidel, como una tromba delante de él, chupándose un tabaco.
 
Desde ese día -contaban a discreción aquellos viejos colegas-, presintieron que algo iba a suceder, pero no sabían qué.
 
A los pocos meses, un 15 de julio de 1960, Quevedo reunió a sus más cercanos colaboradores. Se veía nervioso, disgustado. Comenzó explicando que llevaba meses pensando en la decisión que al fin tomaría al día siguiente. No quería salir a tiros de la Revista que su padre había puesto en sus manos muchos años atrás. Dijo adiós a todos y cerró la puerta de su despacho tras de sí.
 
Al día siguiente, pedía asilo político en la embajada de Venezuela.
 
Fidel, sin perder tiempo, ansioso por acabar de una vez por todas con la libertad de prensa, el 18 de julio anunció la nacionalización de Bohemia.
 
Como barajas al viento, en 1959 ya había desaparecido el periódico El País; el 9 de marzo quedaba en manos de Fidel el periódico El Mundo; el 31 de marzo, fueron intervenidas las estaciones de radio y televisión CMQ; el 11 de mayo desaparece El Diario de la Marina, el más antiguo de la Isla y el 16 de mayo es nacionalizado Prensa Libre.
 
Por estos días, luego de más de medio siglo de una prensa amordazada por el mismo régimen, recordamos a Miguel Angel Quevedo, gran defensor de la libertad de prensa. En su exilio venezolano, decidió poner fin a su vida un 13 de agosto de 1969, cumpleaños de su amigo Fidel, tal vez para que nunca olvide su traición.
                ACERCA DEL AUTOR
Tania Díaz Castro nació en Camajuaní, Villaclara, en 1939. Estudió en una escuela de monjas. Sus primeros cuatro libros de poesía fueron publicados por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y dos por Linden Ediciones Line Press y ZV Lunaticas. A partir de 1964 trabajó como reportera en revistas y periódicos de Cuba y escribió durante ocho años guiones de radio en el ICRT entre 1977 y 1983 y en 1992 y 1993, cronicas sobre la historia de China en el periódico Kwong Wah Po, del Barrio Chino de La Habana. En 1989 y 1990 sufrió prisión por pedir un Plebiscito a Fidel Castro. Comenzó a trabajar en CubaNet en 1998 y vive con sus perros y gatos en Santa Fe, comunidad habanera.
 
                                                                                                       Vía Cubanet


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados