"JUAN GRABIEL YA ES UNA LEYENDA ETERNA"
Juan Gabriel se prostituia de Joven, su expareja lo cuenta todo
Rafael Suárez
Ante el estreno en TNT de la serie de Juan Gabriel, Hasta que te conocí, su expareja, Anathan Briss, cuenta la verdadera historia de pobreza, amor y de ilusiones que vivieron juntos en los años 70 cuando Juan Gabriel se sentaba en una banca de la Alameda Central a escribir en una libretita que era su compañera eterna y cuando se compartían la mitad de una torta y hasta cuando tuvieron que prostituirse para poder comer.
Esto lo cuenta el novio, confidente, el compañero de aventuras, el alma gemela de El Divo de Juárez, que solamente pudo separarlos no el amor ni el desamor, pero sí la fama y el dinero del compositor. Anathan Briss, tambien expublirrelacionista del cantante, hoy califica de dudosa la historia que se estrenó en TNT, asegurando que no hicieron una investigacion exhaustiva de las personas que estuvieron relacionadas con él en su época de carencias, que realmente es lo que no conoce la gente, porque su historia musical brilla, su pasado está en las sombras.
“A mí me preocupa mucho la serie de Juan Gabriel porque yo no sé si vayan a decir las verdades de su vida. Estoy indignado porque no me consultaron a mí y a otras personas que conocimos a Juan Gabriel para la elaboración del guión. Yo conocí a Juan antes de la Prieta Linda, estoy seguro que esa serie es una farsa, no van a decir toda la verdad que yo sí sé”.
El relato de Anathan Briss es digno de un libro, pero serio, no como el de Joaquín Muñoz que solamente hablaba de los ligues que se daba por su tránsito en el país.
“Cuando éramos jóvenes estábamos muy pobrecitos los dos, eran los 70, yo lo conocí en la Ciudad de México, él tenía 18, me lo presentó una vestida llamada La Xóchilt, ella me lo presentó en su penthouse de Villalonguin. Fue cuando empecé a salir con él, nos íbamos a tomar el café, nos íbamos a comer, a veces no teníamos ni dinero. A veces nos íbamos al hotel del Prado y ahí había un señor que nos sacaba una tortita, mitad para mí y la mitad para Juan".
“Él componía muy bonito y me decía, todas estas canciones que compongo algún día las oirás en la radio. Ni yo le creía, Juan siempre estaba con una libretita y un lápiz escribiendo, recuerdo que se sentaba en las bancas de la Alameda acá en México y se perdía escribiendo. Ya con el tiempo, una vez que íbamos para Tlatelolco escuchamos su canción No tengo dinero en el camión y me dijo emocionado, ¿le digo al chofer que soy yo el que canta? Viví cosas maravillosas con él”.
“Juan Gabriel era muy guapo y estaba bien de todo, era una belleza de chamaco, tenía mucha suerte con los hombres. A veces nos quedábamos en un hotel de 30 pesos en San Juan de Letrán, y también nos íbamos a talonear al la esquina del Ángel de la Independencia. Nos dejamos porque él empezó a tener fama y ya no le convenía que nos vieran juntos”.
Sin embargo, la mejor parte de su romance lo vivieron en Acapulco. “Vivimos muchas historias en Acapulco, nos íbamos a la playa Condesa en donde estaban todos los gays, a las piedras, era una cosa maravillosa aquellos años, Juan no era famoso. En aquella época estaba de moda El Galery, una disco gay y nos encantaba ir a ahí por el show. Nunca lo voy a olvidar”.
Sin dudas Juan Gabriel sigue siendo el secreto mejor guardado de la farándula latinoamericana. Nadie sabra si fue cierto que Rocío Durcal le dejó de hablar después de descubrir que él se acostaba con su esposo. No se sabe si tuvo un nuevo amante 40 años menor que él o si alguna vez se prostituyó para no morirse de hambre. Todo solo son especulaciones, un rumor que se pierde entre las sombras, el único charro afeminado, el hombre que dejó de serlo para transformarse en un mito.
Anathan Briss cree que la serie de la vida del Divo de Juárez, es una farsa.