Lady Gaga se subió este martes 25 de octubre al Carpool Karaoke de James Corden y lo hizo a su manera. En lugar de adoptar el papel de copiloto, como todos los invitados que han pasado por el coche, la cantante neoyorquina prefirió ponerse al volante. Cuando llevaban cinco minutos de viaje y después de haberlo dado todo cantando Bad Romance, Gaga aceptó la propuesta de Corden de ponerse a los mandos, a pesar de que su experiencia como conductora es limitada. Sacó el carnet de conducir este mes de julio.
El acelerón del principio no fue muy tranquilizador para el presentador que exclamó '¡Oh, Dios!' nada más empezar y pasó a ponerse un casco protector mientras cantaban The Edge of Glory. La experiencia al volante le duró sólo dos minutos a Gaga, ya que Corden le pidió rápidamente retomar su posición para que ella se dedicase sólo a cantar. Y así hizo.
Entre los temas que interpretó este curioso dúo estuvieron también Perfect Illusion, Born This Way, Poker Face o el recién estrenado Million Reasons.
Y tras todo este repaso musical llegó el momento de Corden, que aprovechó la presencia de Gaga en el coche para remomerar algunos de sus más célebres estilismos.