Como nunca antes el vecino del
Norte cuenta con el aprecio y la esperanza de la mayoría en la isla
Cuba sigue bajo una ‘invasión yanki’
Los norteamericanos se esparcen en actividades por toda Cuba, anunciadas diariamente en los medios, con el influjo constructivo que invadió de sosiego la sociedad antes permanentemente atosigada por la confrontación entre los gobiernos. Las simientes sembradas en los años recientes, se conmovieron por la incertidumbre surgida de la política del presidente Trump, anunciada el 16 de junio, pero han echado profundas raíces.
La vicegobernadora de Minnesota, Tina Smith, y su delegación bipartidista, fueron los primeros funcionarios de Estados Unidos en llegar el 22 de junio, 6 días después las medidas restrictivas anunciadas por Trump, aunque atribuyeron la coincidencia a que la visita estaba concertada previamente. La Sra. Smith expresó rechazo a la política del presidente por la incertidumbre adicional creada para las organizaciones cubanas y las empresas norteamericanas, en conferencia de prensa. Ese estado agrícola exporta a Cuba 20 millones de dólares en alimentos, y aspira a aumentar esa cifra. En esta ocasión no se firmaron acuerdos, sino que se exploraron nuevas posibilidades de intercambios. El comercio entre ambos países ha descendido notablemente debido a las dificultades financieras de Cuba, que ha buscado mercados distantes, como el chino, pero con mejores condiciones de pago.
Los legisladores de este estado se esfuerzan por facilitar los negocios, como Amy Klobuchar, que volvió a presentar este año la propuesta de Ley de Libertad de Exportar a Cuba en el Senado, y el representante Tom Emmer que promueve similar objetivo en el Congreso. Estos son propósitos bipartidistas, e incluso el actual secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, expresó su apoyo a los créditos privados al gobierno isleño para propiciar el comercio, en una audiencia ante el Comité de Agricultura de la Cámara el 17 de mayo. Cuando era gobernador de Georgia, en 2010 viajó a Cuba con una delegación de 37 empresarios y funcionarios, y su empresa familiar ha venido pollos y otros alimentos a Alimport.
Los conciertos de Orquesta Sinfónica Juvenil de Minnesota en La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba, del 25 al 28 de junio, se anuncian en los periódicos, Radio Reloj, y los noticieros, programas culturales y con un spot en el principal canal de la televisión. Como antecedente se cita la actuación de la Orquesta Sinfónica de Minnesota en la inauguración de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2015), un acontecimiento demostrativo de las nuevas relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
En Circuba 2017, del 25 de junio al 2 de julio, participan Miguel Morales, representante de Vstart Entertainment Group, como jurado del concurso, y Bre Lawson, gimnasta en la cuerda aérea, en el espectáculo de exhibición. La Orquesta Sinfónica Juvenil de la Universidad de Stanford ofrece un concierto con la Orquesta de Cámara de La Habana en el Teatro Nacional, el 28 de junio. Interpretes cubanos y norteamericanos protagonizarán la premier en Cuba de la ópera Dido y Eneas del británico Henry Purcell, el 1 y 2 de julio, en el Gran Teatro Alicia Alonso. Con los elencos de cada país actuarán el coro de cámara Vocal Leo, la Academia de Canto del Lírico Nacional y la Orquesta Sinfónica del teatro. Ely Regina, integrante de Acosta Danza, realizó coreografías originales. El programa incluirá interpretaciones de Vivaldi y Handel, como antesala de la coproducción del Teatro Lirico Nacional de Cuba, la Florida State University y el Ballet Nacional de Cuba.
Una docena de poetas de Estados Unidos, encabezados por Robert Hass, que tutelará un taller de escritura creativa, asistirá a las jornadas habaneras del Festival Mundial de Poesía Itinerante Nuestra América del 9 al 15 de julio, según reportan los medios.
Igualmente asiduas son las informaciones sobre la participación de cubanos de las más variadas esferas en eventos, presentaciones y colaboración en Estados Unidos. Las becas de instituciones norteamericanas se incrementan y no solo favorecen a la elite más próxima al gobierno, aunque continúa el férreo control a los cubanos y negativas de autorizaciones por consideraciones políticas. El saldo es positivo para el crecimiento individual y la creación de las bases de conocimiento para el desarrollo del país.