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General: Los líderes republicanos son Robin Hood pero al revéz
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 27/10/2017 13:44
"Donald Trump y los líderes republicanos dicen que su proyecto significaría una importante reducción impositiva para la clase media. Nada más lejos de la verdad", ellos solo trabajan para las familias más ricas de Estados Unidos.
  
Los republicanos son Robin Hood al revés, y su presupuesto es un regalo para los ricos
                  Bernie Sanders
Tras el fracaso al intentar hacer aprobar una ley de "sanidad" que hubiera dejado a 32 millones de estadounidenses sin acceso a una cobertura sanitaria, una ley que era aún menos popular que el rescate a Wall Street, ahora Donald Trump y los líderes republicanos del Congreso han vuelto a la carga.
Ahora quieren hacer aprobar uno de los presupuestos y proyectos fiscales más destructivos e injustos de la historia moderna de Estados Unidos. Un proyecto que perjudicaría a decenas de millones de familias, a nuestros hijos, a la población enferma, a los pensionistas y a los pobres.
 
El presupuesto republicano, que probablemente se debata en el Senado esta semana, representa el concepto de Robin Hood, pero al revés. Le quita a aquellos que menos tienen para darle a los que ya viven en una opulencia increíble.
 
Donald Trump y los líderes republicanos dicen que su proyecto significaría una importante reducción impositiva para la clase media. Nada más lejos de la verdad. Según el Centro de Políticas Fiscales, un organismo no partidista, al final de esta década, casi el 80% de los beneficios fiscales del proyecto republicano habrían favorecido al 1% más rico de la población, y el 40% habría beneficiado a sólo el 10% de los más ricos de ese 1%.
 
Mientras los republicanos quieren ahorrarle 1,6 billones de euros en impuestos al 1% más rico del país, a la vez proponen recortar drásticamente los programas que la clase trabajadora estadounidense necesita desesperadamente.
 
Recortes en sanidad
El presupuesto presentado recorta Medicaid en más de 850.000 millones de euros en los próximos 10 años, lo cual significaría dejar a 15 millones de estadounidenses sin la cobertura sanitaria que tienen actualmente. Además, el presupuesto da un paso que los republicanos no se habían atrevido a dar en sus leyes sanitarias anteriores: recortan en 400.000 millones el presupuesto de Medicare, a pesar de que Trump prometió durante su campaña que no recortaría estos programas.
 
Todos los sondeos señalan que la gran mayoría de estadounidenses no quiere que el Congreso recorte Medicare ni Medicaid, ni que se le den beneficios impositivos a los más ricos ni a las grandes corporaciones.
 
Un sondeo reciente de la Fundación Pew concluyó que el 85% de los republicanos y el 94% de los demócratas quieren mantener o aumentar el presupuesto de Medicare. Y el 60% de los estadounidenses se opone a recortar el presupuesto de Medicaid, según un sondeo reciente realizado por Quinnipiac.
 
Otro sondeo realizado recientemente por el Wall Street Journal y la NBC concluyó que sólo el 12% del pueblo estadounidense cree que los ricos deberían pagar menos impuestos, mientras que el 62% piensa que los ricos deberían pagar más.
 
¿Entonces por qué los republicanos insisten en aprobar un presupuesto que contradice en cada instancia lo que quiere el pueblo estadounidense? La respuesta es simple: hay que seguir los pasos del dinero.
 
Financiación de campañas electorales y corrupción
Hoy en día tenemos un sistema de financiación de campañas electorales corrupto que hace posible que los multimillonarios, junto con los CEOs más poderosos del país, aporten cientos de millones de dólares para que resulten electos los candidatos republicanos que representan sus intereses. Como resultado, el 1% más rico de la población puede hacer que el sistema político juegue a su favor, a expensas de prácticamente todo el resto del país. Vamos a ver algunos ejemplos.
 
El presupuesto republicano le ofrecería a la familia más rica de Estados Unidos, los Walton, dueños de Walmart, una reducción impositiva de 44.000 millones de euros, al derogar el impuesto estatal, un impuesto que sólo pagan los multimillonarios. Pero a la vez, si eres un jubilado de bajos ingresos, tú y más de 700.000 otras familias pueden tener dificultades para calentar sus casas en invierno, porque se recortaría en 3.400 millones de dólares al Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos.
 
Este presupuesto dice que si eres la segunda familia más rica de Estados Unidos, los hermanos Koch, pagarás hasta 28.000 millones de euros menos en impuestos. En cambio, si eres un estudiante de clase trabajadora que intenta ver cómo hacer para pagarse la universidad, tu sueño de una educación universitaria podría evaporarse junto con el de otros 8 millones de jóvenes, porque se recortarían más de 84.000 millones de euros de las Becas Pell y otros programas de ayuda económica para estudiantes.
 
Este presupuesto reduce en hasta 3.400 millones de euros los impuestos que debe pagar la familia Trump, pero si eres una embarazada de bajos ingresos, tú y otras 1,2 millones de madres, bebés y niños podrían perder la nutrición que necesitáis por un recorte de 5.500 millones de euros al Programa para Mujeres, Bebés y Niños (WIC, por sus siglas en inglés).
 
Lo alarmante es que a pesar de esta increíble reducción de impuestos a los más ricos, los hermanos Koch y sus amigos dicen que no es suficiente.
 
Cuando David Koch se presentó como candidato a vicepresidente por el Partido Libertario en 1980, proponía no sólo recortar Medicare y Medicaid, sino directamente abolir estos programas. Proponía no sólo reducirles los impuestos a los más ricos, sino eliminar cualquier tipo de impuesto.
 
En un momento en que la clase media se achica cada vez más, y mientras más de 40 millones de estadounidenses viven bajo el umbral de la pobreza, debemos derrumbar este presupuesto y reemplazarlo por un proyecto que refleje las necesidades de las familias trabajadoras del país, y no sólo los intereses de los más ricos, los más poderosos y las grandes corporaciones que financian campañas electorales.
Traducido por Lucía Balducci
 
Fuente Eldiario.es


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 27/10/2017 13:59
El senador por Arizona Jeff Flake anuncia que no se presentará a la reelección en un duro discurso contra el presidente: "Hoy me alzo para decir: ya basta, no seré cómplice de Trump". Bravo para el, todavia existes dignos líderes en el partido republicano.
El senador Jeff Flake
Un senador republicano:
“Tengo hijos y nietos. No seré cómplice de Trump”
Pablo Ximénez De Sandoval -Los Ángeles - El País
Se acabaron los matices, la prudencia y los dobles sentidos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este martes el mayor ataque de su mandato por parte de un alto representante del partido por el que se presentó a las elecciones. Jeff Flake, senador republicano por Arizona, anunció en el pleno del Senado que no se presentará a la reelección en 2018 con un discurso en el que dijo: “Señor presidente, hoy me alzo para decir: basta”.
 
El senador Flake representa a una parte moderada del partido que ha perdido la paciencia con el presidente. Pero no todos están dispuestos a una inmolación política como la del senador por Arizona, que puede haber puesto fin a su carrera este martes después de un solo mandato en el Senado. “La permanencia sostenida en el puesto no es la razón para presentarse a un cargo. Y hay momentos en que debemos arriesgar nuestras carreras para defender nuestros principios”.
 
El discurso de Flake está lleno de frases que resonarán durante tiempo: “Lamento el estado de nuestra desunión, lamento el carácter destructivo de nuestra política, la indecencia de nuestro discurso, la vulgaridad de nuestro liderazgo, lamento que se ceda en nuestra autoridad moral”, ha dicho Flake, que ha denunciado también “nuestra complicidad en este alarmante y peligroso estado de cosas”, en referencia al Partido Republicano.
 
“Debemos dejar de hacer como si la degradación de nuestra política y las acciones de algunos en nuestro Ejecutivo fueran normales. No lo son. Cuando ese comportamiento emana desde lo más alto de nuestro Gobierno, es peligroso para nuestra democracia. Proyecta una corrupción del espíritu y debilidad. Los jóvenes están mirando. Qué haremos cuando nos pregunten ¿por qué no hicisteis nada? Yo hoy me alzo para decir: ya basta”.
 
“El comportamiento temerario, escandaloso e indigno se excusa y se matiza como ‘decir las cosas como son’, cuando en realidad es simplemente temerario, escandaloso e indigno”, ha continuado Flake. “Tengo hijos y nietos ante los que responder, señor presidente, y por tanto no seré cómplice”.
 
Flake, al igual que el otro senador por Arizona, John McCain, nunca estuvo cómodo con la candidatura de Trump por el Partido Republicano. Ambos son políticos tradicionales, que hablan en sus discursos de las virtudes de la política civilizada y los pactos. El enfrentamiento con Trump ha venido creciendo en los últimos meses y tuvo su culminación en el voto negativo con el que McCain hundió en el Senado la mejor oportunidad que han tenido los republicanos de revertir la reforma sanitaria de Barack Obama.
 
En el caso de Flake, ya se había pronunciado públicamente contra Trump nada menos que en un libro publicado este verano: La conciencia de un conservador, un rechazo de la política de la destrucción y una vuelta a los principios. En él, criticaba que el partido se hubiera echado en brazos de Trump tras las primarias. “Si este fue nuestro pacto faustiano, no mereció la pena. Si nuestros principios son tan maleables que al final ya no son principios, ¿para qué sirven las victorias políticas?”.
 
Trump, por su parte, también había perdido la paciencia con los dos senadores por Arizona. En un mitin de su campaña permanente en Phoenix el pasado 23 de agosto, cargó contra Flake y McCain delante de el público más trumpista del Estado. A uno lo atacó por su voto en la reforma sanitaria, al otro lo llamó “débil en temas de frontera”. No mencionó a ninguno por su nombre. Hay una corriente trumpista antisistema que se ha conjurado para presentar candidatos alternativos contra todos los senadores y congresistas que buscan la reelección en 2018 y que no comulguen al 100% con el presidente. Jeff Flake iba a ser uno de sus objetivos.
 
La retirada de Flake abre la carrera por el escaño de Arizona. El Estado no tiene un senador demócrata desde 1994. El gobernador es republicano y el partido tiene mayoría en las dos cámaras estatales. El principal periódico del Estado, The Arizona Republic, nunca había apoyado a un candidato demócrata en sus 126 años de historia. Lo hizo el pasado septiembre, cuando publicó para asombro de muchos que la única opción en las elecciones era Hillary Clinton. Trump ganó Arizona por apenas 90.000 votos (4%), una diferencia mínima para un Estado que no estaba en disputa y se consideraba tradicionalmente republicano.
 
Flake parecía ser consciente de que iba a tener difícil la pelea contra un candidato respaldado por la Casa Blanca. “Puede que no haya sitio para un republicano como yo en el actual clima republicano o en el actual Partido Republicano”, dijo en declaraciones al Arizona Republic. Según el senador, hay una mayoría de votantes que está a favor del presidente. Presentarse a las elecciones con garantías le obligaría a posicionarse en inmigración y comercio exterior al lado del presidente, cosas que no está dispuesto a hacer. “Este hechizo pasará, pero no el año que viene”.
PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL
Fuente El País
 


 
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