“Una mujer fantástica” en Chile: cuando el arte se vuelve política
JUAN PABLO MENESES — SANTIAGO DE CHILE
Afuera del Palacio de La Moneda, en el centro de Santiago, un centenar de jóvenes esperaba este martes por la noche la salida de Daniela Vega. Tenían los teléfonos listos para tomar fotos, había banderas LGTB y una foto grande de la actriz. La policía los mantenía detrás de una reja.
“Es un hecho histórico. Primera vez que Chile gana por un largometraje extranjero pero esto marca un hito”, dijo Nisra Martínez, actriz y activista social, que se enteró por Facebook que Vega estaría en La Moneda. “Más que por una película, se luchó por una ideología, por la aceptación. Y porque los transexuales sean vistos como personas”.
La mayoría de los que estaban afuera del palacio de gobierno, acudió para saludar a Daniela, la protagonista de Una mujer fantástica. En la película es una transexual que, después de la muerte de su pareja, debe enfrentarse a la familia tradicional de él. Fuera del filme, la chilena Daniela Vega, de 28 años, pasó a ser la primera mujer transgénero en ser presentadora en la ceremonia de los premios Oscar.
“Nosotros, como comunidad, tuvimos que pasar por la tragedia de la muerte a golpes de Daniel Zamudio para que el gobierno tuviera que sacar la ley antidiscriminación”, explicó Diego Ríos, vocero de la sección joven del Movilh (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual de Chile).
Ríos, junto a dos voluntarios más, estaba transmitiendo en vivo y por teléfono para las redes sociales del Movilh: “Hoy aprendimos que no es necesario un acto catastrófico para que una ley salga en Chile, sino que también puede ser con el arte, y Daniela logró eso”.
Dentro del palacio de gobierno de Chile, todo el equipo de Una mujer fantástica se reunió con la presidenta Michelle Bachelet. Eran pasadas las 21:00 en Santiago, la hora de los noticieros centrales, y los canales de televisión transmitían en directo la audiencia donde Sebastián Lelio, el director, exhibió el Oscar conseguido el domingo por mejor película extranjera.
Un reencuentro amargo
Cuando Daniela Vega regresó a Chile y los canales de televisión la esperaban afuera del Aeropuerto Internacional de Santiago, tuvo un amargo encuentro con su país: hizo el trámite de ingreso con un documento en el que estaba el nombre de un hombre. Además, en Ñuñoa, un distrito de Santiago, la iban a declarar “Hija ilustre” pero no pudieron hacerlo por los problemas legales de género.
“En este país, al que yo regreso hoy con el equipo, feliz, en mi carnet hay un nombre que no es mi nombre. Es porque el país donde yo nací, no me entrega esa posibilidad. Y el tiempo pasa, y el reloj corre, y la gente se va esperando un cambio”, dijo la actriz con tono firme y sereno. Con la mano derecha apuntaba al suelo de su patria mientras su mano izquierda no soltaba una cartera azul con detalles blancos. Llevaba un vestido color durazno, y zapatos altos de tacón ancho.
“La película ha ido instalando esa conversación dondequiera que se haya mostrado”, dijo Sebastián Lelio en la conferencia de prensa. “Y creo que el Oscar es un impulso potente para una conversación que resulta urgente e irreversible”.
Cuando Rita Moreno anunció que Una mujer fantástica era la ganadora del premio a la mejor película extranjera, también estaba dando la largada a una trama política sobre la postergada ley de género en Chile. Un país donde, según cifras del Movilh, hay unos 266 hombres transexuales y 717 mujeres transexuales.
Ernesto Ottone, actual ministro de Cultura, declaró a The New York Times en Español que el filme es un gran logro y demuestra que el cine chileno puede generar debates políticos sobre temas como los derechos de las minorías sexuales: “En el caso de nuestro país, esto motiva la suma urgencia para la tramitación de una ley de identidad de género en el Congreso”.
Unas horas antes de recibir al equipo en La Moneda, Bachelet, quien deja el gobierno en menos de una semana, anunciaba por Twitter: “El creciente consenso en torno a que Chile tenga una ley de identidad de género debe transformarse en hechos concretos. Por ello, decidí darle suma urgencia al proyecto que está en su última etapa en el Congreso. ¡Las personas transgénero no pueden seguir esperando!”.
Diferentes analistas políticos locales coinciden que, con la llegada de un gobierno de derecha con agenda conservadora como el de Sebastián Piñera, la noticia del Oscar se convertirá en su primera crisis política. Gonzalo Blumen, próximo ministro secretario general de gobierno, dijo que el triunfo del filme “plantea un desafío que tenemos que abordar”.
En la conferencia de prensa en Hollywood, apenas recibido el Oscar, Sebastián Lelio dijo que la llegada de Piñera podía ser un retroceso para todo lo avanzado en estas temáticas. Sin embargo, muchos ven las reacciones generadas por el triunfo del filme como una gran oportunidad política para la comunidad LGTB.
“Se van a lograr cosas importantes porque cuando se hablen de leyes en el país, se va a hablar de esta película”, comentó Francesc Morales, un youtuber y comediante chileno que es el creador de Mamones, una serie web en la que muestra una mirada irónica del mundo gay. “Es súper inédito y es casi un objetivo que uno busca por debajo”.
Luego de reunirse con la presidenta, Daniela Vega saludó a sus simpatizantes a la distancia. Hubo gritos de euforia y banderas flameando cuando la camioneta que transportaba al equipo pasó cerca de la multitud que tomaba fotos y gritaba “¡Daniela! ¡Daniela! ¡Daniela!”. Ella agitó la mano, saludando a todos como una estrella de cine. O como una política.