Por primera vez en la historia, el Vaticano recibió a una delegación de personas integrantes de la población LGBT que acudieron a la ciudad para hablar de los países de la región del Caribe donde todavía se criminaliza la homosexualidad, y solicitar la intervención de la Iglesia Católica a fin de que se pronuncie contra este tipo de leyes.
En la reunión, donde esperaban encontrarse con el pontífice pero en su lugar acudió el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, también se presentaron activistas por los derechos LGBT, que informaron sobre las 10 naciones que estigmatizan a homosexuales, transexuales y lesbianas, propagando los crímenes de odio, según informa EFE.
Un paso histórico para la población diversa
Ello, porque un mensaje contundente de una de las religiones más importantes del mundo sería relevante para las futuras generaciones en donde la homosexualidad aún se castiga con pena de muerte. La vista misma es vista como un paso histórico para Leonardo Raznovich, investigador de la Universidad de Canterbury Christ Church en el Reino Unido, pues fue propiciada por el propio Francisco.
Concretamente, los integrantes de la población LGBT solicitan que la Iglesia pida a todos los estados que protejan los derechos humanos de todas las personas, que se haga un llamado en ese sentido a los cristianos y se instruya a las conferencias episcopales a que trabajan a favor de la descriminalización de las relaciones sexuales consentidas entre adultos, así como que declare que la criminalización de las personas LGTB es una "manifestación del odio irracional"
"Vemos una clara relación entre la existencia de leyes que criminalizan la homosexualidad y las actitudes en la sociedad. En muchos casos la Iglesia Católica las exacerba al equiparar homosexualidad y pederastia, provocando violaciones de los derechos humanos".