Cientos de personas marcharon en La Habana este domingo en la primera marcha independiente que autoriza el régimen cubano en más de medio siglo, en este caso en apoyo a una Ley de Protección Animal.
En Cuba, las manifestaciones públicas suelen partir únicamente de convocatorias oficiales y son conducidas por autoridades políticas. La única excepción en los últimos años han sido las marchas por el Día del Orgullo Gay, admitidas bajo la autoridad del CENESEX, institución oficial que dirige la hija de Raúl Castro, Mariela Castro.
La marcha de los promotores de la protección animal, en cambio, contó con la autorización de las autoridades para portar carteles de concientización social y corear consignas, algo inédito según sus organizadores, activistas del grupo no oficial Cubanos en Defensa de los Animales (CEDA).
La caminata, según multitud de publicaciones en las redes sociales, comenzó en la zona de la avenida 23 y la calle J, del céntrico barrio del Vedado capitalino, y se dirigió a la Necrópolis de Colón. Muchos de los participantes asistieron con sus mascotas.
En el recorrido, los manifiestantes corearon consignas, exigiendo entre otras cosas una Ley de Protección Animal y sancionar las peleas de perros.
Entre los participantes no estuvo ninguna figura del Gobierno, aunque sí el cantautor oficialista Silvio Rodríguez.
En el mayor cementerio habanero, se concentraron alrededor de la tumba de Jeannette Ryder (1866-1931), filántropa estadounidense que residió en la Isla a principios del pasado siglo y fundó una organización de carácter humanitario, la Sociedad Protectora de Niños, Animales y Plantas, conocida como Bando de Piedad.
La tumba de Ryder es célebre debido a que, después de fallecida la mujer, su perro Rinti decidió descansar a sus pies y luego se negó a comer y beber hasta que murió. En el lugar hay una escultura conmemorativa.
La peregrinación hasta el sepulcro de Jeannette Ryder se realiza cada año en conmemoración del Día del Perro en la Isla, de acuerdo con el anuncio del evento que promueve la organización Cubanos en Defensa de los Animales (CEDA). No obstante, es la primera vez que alcanza una convocatoria y despliegue tan significativo.
CEDA es una ONG sin fines de lucro que ha logrado reunir más de 10.000 suscriptores en sus plataformas digitales.
En Cuba no existe Ley de Protección Animal alguna ni el código penal tipifica el maltrato como delito o crimen. Este tema quedó fuera en la nueva Constitución del Gobierno, aprobada en referendo en febrero pasado, a pesar de las demandas en ese sentido que abundaron durante la consulta del borrador de la Carta magna que convocó el Gobierno cubano.
Por años, diversas organizaciones como CEDA han buscado el reconocimiento de sus demandas, al tiempo que denuncian las prácticas de maltrato contra los animales, que abarcan desde las tradicionales lidias de gallos hasta las ilegales peleas de perros, pasando por la sobrexplotación de los caballos como bestias de tiro de carga (sobre todo de pasajeros), o la significativa población de perros y gatos que deambulan a su suerte por las ciudades cubanas.
El 20 de julio de 2018, un total de 22 animales, entre gatos y perros, aparecieron muertos con síntomas de envenenamiento cerca del hospital Hermanos Ameijeiras, en Centro Habana. Las fotografías de los cadáveres se viralizaron en las redes; sin embargo, no hubo ninguna respuesta institucional y las causas de muerte nunca se reconocieron o esclarecieron.
'Si en otros países del mundo se hace este tipo de marchas, ¿por qué en Cuba no?'
"Nuestra aspiración es a que la Ley contra el maltrato animal aparezca en la Constitución", dijo Beatriz Batista, una de las organizadoras de la marcha de este domingo en La Habana en defensa de los derechos de los animales.
La manifestación reunió a casi 500 personas en una peregrinación hasta la tumba de Jeannette Ryder, una estadounidense devota de los animales.
La víspera, cientos de personas con pancartas, lacitos color naranja y llevando a sus mascotas desfilaron a favor de una Ley contra el maltrato animal por la calle 25 del Vedado.
"Cuando fuimos a pedir la autorización a la Polícía pensamos que no la obtendríamos, pero al conversar sobre nuestra idea con ellos, nos animaron al decirnos que si en otros países del mundo sucedía, ¿por qué en Cuba no?" señaló Batista.
Allí nos indicaron que fuerámos al Gobierno municipal, donde finalmente obtuvimos el autorizo, y aquí estamos muy felices de este acontecimiento, que marcará un antes y un después en nuestra lucha a favor de todos los animales", explicó esta estudiante de cuarto año de Comunicación Social.
Otra de las participantes, Lila Mora, de la ONG Cubanos en Defensa de los Animales (CEDA), señaló que "esta no es la primera marcha en favor de los animales, pero sí la primera que reclama derechos y una Ley de protección. Espero que de ahora en adelante haya un cambio rotundo en este tema. No entiendo que un país como Cuba no tenga una ley con esos propósitos", comentó.
"Yo me sumé de manera entusiasta porque veo tantos perros deambulando por ahí, o que son arrollados por los carros y quedan muertos en las calles. Me parece increíble que podamos estar desfilando en defensa de los que no pueden hablar", dijo muy emocionada Marcia Jaramillo, otra de las participantes.
Varios de los carteles denunciaban la muerte y el abandono de perros, mientras que la presencia femenina en la marcha era mayoría.
Aunque en sentido general no hubo incidentes de ninguna índole durante todo el trayecto, varios de los organizadores pidieron que no se mencionara la palabra "Abajo" cuando se referían a los que maltratan o abandonan a los animales, para no confundir la jornada con ninguna intención política.
A ello se sumó la presencia y vigilancia de la Seguridad del Estado durante todo el trayecto, debido a la presencia de la prensa extranjera e independiente y de artistas críticos con el régimen, como Luis Manuel Otero Alcántara.