“Yo era un fanático religioso que lastimaba a la gente”, dijo Game en una entrevista. “La gente dijo que intentaron suicidarse por mí y por las cosas que les dije. Las personas, lo sé, están en terapia por mi culpa. ¿Por qué querría que eso continuara?

 

Game publicó recientemente una disculpa por escrito en su página personal de Facebook en la que pidió la disolución de cualquier práctica de terapia de conversión o ministerio ex gay. Aunque condenó las prácticas, Game también dijo que un grupo como Hope for Wholeness podría servir como comunidad para aquellos que creen que “la homosexualidad es incongruente con su fe”.

 

Josh Crocker, de 32 años, un hombre de Greenville que es gay y buscó el consejo de Hope for Wholeness como estudiante universitario en 2006 (conocido entonces como Ministerio de la Verdad), dijo que ese sentimiento particular era preocupante. Añadió que no hay ninguna parte de Hope for Wholeness que pueda beneficiar a nadie.

 

“Para mí, creo que eso es inadecuado. ... Creo que debería tener el tiempo y el espacio para procesar todas las cosas que necesita procesar y convertirse en quien es ”, dijo Crocker en una entrevista,” pero me encantaría que aplicara la misma pasión que tenía para Hope for Wholeness ... para abogar por la comunidad LGBT ... y para desmantelar la terapia de conversión y los ministerios ex gays ”.

 

No es solo 'Hope for Wholeness' lo que debe cerrarse, “quiero desmantelar todo el ministerio” dijo.  Para ver por qué Game es tan estridente, es importante entender cómo llegó a este punto.

 

Game nació y creció en un hogar bautista del sur en Spartanburg.

 

Dijo que nunca había sido particularmente cercano con su familia: sus padres y una hermana mayor. De niño, Game se sintió aislado de otros niños de su edad. En secreto, vestía la ropa de su hermana. Mirando su propio reflejo en el espejo, estudiaría la forma en que sus vestidos cubrían su cuerpo. La forma en que estalló la tela cuando giró.

 

En la escuela, dijo, sus compañeras de clase se burlaban de sus cualidades más femeninas, llamándolo “McGay”.

 

A los 11 años, Game dijo que comenzó a creer que podría sentirse atraído por otros niños. Confundido y avergonzado, mantuvo sus sentimientos para sí mismo, dijo, hasta que cumplió 18 años.

 

Por primera vez estaba solo. Game se mudó a un dúplex al otro lado de la calle desde donde vivía su madre.  Por casualidad, un hombre gay que era unos 20 años mayor que Game se mudó al departamento contiguo y se hicieron cercanos, la atracción mutua era innegable y, en secreto, los dos desarrollaron una relación íntima.  Durante más de tres años, Game estuvo con un pequeño grupo de personas, frecuentó uno de los únicos bares gay de la región, un club ya desaparecido en Greenville llamado Castle.

 

“Me quedé asombrado. Tenía grandes mariposas en el estómago ”, dijo Game sobre su primera vez caminando al club. “Estaba hablando con personas cuyas historias ... se parecían mucho a las mías”.

 

Era un tipo de libertad que Game nunca había conocido, pero también luchó contra la ansiedad e inseguridad debilitantes, dijo.

 

“Estaba teniendo ataques de pánico en curso, y nunca antes había experimentado eso”, dijo Game. “Emocionalmente, me estaba volviendo loco. Estaba llorando. Me dolía internamente ”.

 

En un momento, Game dijo que experimentó una crisis nerviosa que duró dos semanas.  “Mi cerebro me decía ‘vas en la dirección equivocada’”, dijo. “Pero mi cuerpo me decía lo contrario”.

 

Luego, en el verano de 1993, Game asistía a una conferencia para cristianos evangélicos cuando, durante un servicio religioso, se sintió obligado a acercarse al púlpito. Allí, lloró mientras rezaba por la salvación.

 

Recuerdo caminar hacia el altar. Miro hacia arriba y probablemente haya unas 300 personas alrededor del escenario ”, dijo Game.  Más tarde, le contó al grupo de fieles sobre la lucha en su interior, la angustia que sintió al no conciliar su identidad sexual y su fe. “Porque, en mi opinión, la homosexualidad y el cristianismo no iban juntos”, dijo Game. “Y el primer pensamiento fue ‘ahora puedo ir al cielo y no al infierno”.

 

Cuando Game regresó a su hogar en Spartanburg, dijo, su madre pagó la factura de un consejero que prometió que podía llegar a la raíz de por qué Game había crecido para ser gay. Si Game trabajaba lo suficiente, le dijeron, su atracción por los hombres disminuiría.

 

Durante los siguientes seis años, Game vio a ese consejero una vez por semana.

 

“Creo que mi proceso de pensamiento fue ‘esto será manejable’”, dijo. “Mi esperanza era llegar al punto en el que pudiera establecer esto, conocer a una chica, enamorarme y tener una familia”.

 

En un momento, el consejero razonó que Game se sintió atraído por otros hombres porque su padre no había invertido lo suficiente en él cuando era niño, lo que provocó que Game buscara atención masculina. Como terapia, dijo Game, el consejero lo hizo representar escenarios de juego de roles de padre e hijo donde jugaban con juguetes en el piso.

 

En 1995, Game conoció a su esposa a través de la iglesia. Se casaron en 1996, tienen dos hijos adultos y permanecen juntos. Hoy, dijo Game, su esposa sabe que es gay. Julie Game no quería participar en esta historia.

 

Game dijo que era honesto acerca de sus atracciones hacia el mismo sexo desde el comienzo de su relación. Él le dijo que estaba buscando ayuda y le dijeron que, si se quedaba con el asesoramiento, sus atracciones disminuirían.  No lo hicieron.

 

En numerosas ocasiones, su esposa lo confrontó por su consumo de pornografía gay, cada vez que ella lo atrapaba, arrojaba las revistas al fuego dijo Game.

 

El punto de quiebre se produjo después de que Game dijo que tuvo una aventura con un hombre.

 

El consejero de Game le recomendo un retiro en Virginia, dirigido por un grupo llamado Exodus, para personas que eran homosexuales y que no querían serlo. Se fueron.

 

Después del retiro, Game le contó a su esposa sobre su aventura gay.

 

De vuelta a casa en Spartanburg, Game escribió una carta a los propietarios de la tienda donde compró sus revistas, en el sobre, incluyó una foto de él y su esposa y les imploró que nunca más hicieran negocios con él.

 

Game continuó aconsejando, y durante esas sesiones, dijo, desarrolló su filosofía que se convertiría en el principio central de su ministerio: si determinaba la causa de las atracciones de alguien, podría aprender a reprimirlas.

 

'Hope for Wholeness' fue el trabajo de la vida de Game, durante años, trabajó de forma remota con Exodus International, una red de terapia de conversión con sede en Orlando, Florida, que comprendía más de 120 ministerios en los Estados Unidos y Canadá.

 

Fue en 1999 cuando Game fundó una rama respaldada por Exodus que llamó el Ministerio de la Verdad, con sede en su ciudad natal de Spartanburg, donde todavía vive. Con un regalo de $ 10,000 de su padre, Game dirigió una organización próspera que, hoy, sirve como centro de proveedores de terapia de conversión en al menos 15 estados.

 

Game desarrolló un plan de estudios que enseña que la atracción hacia personas del mismo sexo es un trastorno del desarrollo multi-casual. Llamó al plan de estudios Hope for Wholeness,  en 2013, el ministerio cambió de marca y adoptó el mismo nombre.

 

No está claro a cuántas personas ha aconsejado el grupo, aunque Game estimó que esa cifra está entre miles.  El único registro que da una idea del alcance del alcance de Hope for Wholeness es la presentación del Formulario 990 del IRS de 2007 en el que el ministerio dijo que administró 528 sesiones de asesoramiento y celebró al menos 60 reuniones grupales.

 

“Lo creé todo”, dijo Game sobre Hope for Wholeness. “Hemos perjudicado a generaciones de personas”.  Recientemente, Game comenzó a revisar las cajas empaquetadas de su oficina de Hope for Wholeness. “Es como pasar por otra vida”, dijo. Sacó una tela cosida a mano con el logotipo del Ministerio de la Verdad grabado en tela roja y una foto de sí mismo de pie con un brazo alrededor de Joseph Nicolosi, el hombre ampliamente considerado como el padre fundador de la terapia de conversión moderna.

 

Cuando Game salió en junio, dijo que se preparó para una reacción violenta. Todavía recibe mensajes furiosos en Facebook de personas que dicen que fueron traumatizados por Hope for Wholeness. Recibe respuestas enojadas en las aplicaciones de citas gay y en las redes sociales sobre su vida.

 

“No te lo mereces”, han dicho.

 

“La mayoría de la gente en la comunidad gay me ha tratado ridículamente amable”, dijo Game, “me gusta por mí ahora y no por quién soy. Y espero que solo me den la oportunidad de hablar con ellos para que pueda escucharlos y disculparme”.

 

Game dijo que se da cuenta de que para muchos una disculpa no será suficiente y que probablemente se disculpe por el resto de su vida.

 

WASHINGTON POST