Almagro: “La dictadura cubana es la peor enfermedad del continente”
Líderes de la oposición internacional y cubana se unen para apoyar el Acuerdo por la Democracia en Cuba
El secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, dio uno de sus discursos más duros contra el gobierno de La Habana durante un evento en Miami el viernes, en el que más de un centenar de organizaciones opositoras de dentro y fuera de la isla ratificaron una hoja de ruta para una transición en Cuba.
“Tenemos que rescatar a los que han caído en las dictaduras, tenemos que empezar por la dictadura cubana”, dijo Almagro. “Mientras haya dictadura en Cuba va a haber desestabilizacion en todo el continente. La deuda más antigua del hemisferio es la deuda que tenemos con el pueblo cubano. Esa deuda tiene que ser saldada”.
Almagro calificó al régimen cubano como “la peor enfermedad del continente”, “dictadura corrupta e inmoral” y “dictadura parasitaria” que sigue “succionando la sangre del pueblo venezolano”, en referencia al petróleo que Nicolás Maduro continúa enviando a la isla pese a la crisis económica que sufre Venezuela.
El secretario no se refirió a acciones concretas de la OEA en relación a Cuba, pero se mostró escéptico de las soluciones diplomáticas. “Nos queda claro que las políticas de apaciguamiento solo dan oxígeno”.
Grupos de exiliados cubanos han pedido a la OEA que tome acciones contra Cuba similares a las que la organización está considerando a partir de la activación del Tratado de Río, un acuerdo regional de protección mutua que fue invocado para sancionar al gobierno de Maduro, acusado de desestabilizar la región con una crisis política, humanitaria y migratoria que no parece tener solución a la vista.
El discurso del Almagro fue escuchado con entusiasmo e interrumpido en varias ocasiones con aplausos por cubanos y cubanoamericanos reunidos en el evento Pasos de Cambio en la Torre de la Libertad, en el que varias organizaciones de exiliados y de opositores en la isla ratificaron el “Acuerdo por la Democracia”.
“Estamos celebrando la unidad de propósito que nos une para lograr el cambio en Cuba”, dijo la activista Rosa María Payá. “Estamos aquí para comprometernos con acciones concretas para lograr ese cambio, con la denuncia de ese gobierno puesto a dedo por Raúl Castro, una dictadura que no puede ser legitimada por la comunidad internacional.”
El texto establece que un gobierno de transición en Cuba convocará a elecciones libres, legalizará los partidos políticos y ofrecerá una amnistía para los presos políticos.
El acuerdo fue firmado inicialmente en el 1998, lo que ilustra que más de dos décadas después, la situación en la isla ha cambiado poco debido principalmente a “la falta de solidaridad internacional”, dijo el ex congresista Lincoln Díaz-Balart.
Pero Díaz-Balart y otros oradores del evento agradecieron el apoyo de la administración del presidente Donald Trump. Una funcionaria de alto rango de la administración aseguró a la audiencia que los exiliados contaban con el apoyo de Estados Unidos.
“Donde quiera que ustedes estén, allí estamos nosotros”, dijo Carrie Filipetti, subsecretaria de Estado adjunta para Cuba y Venezuela. “La política de Estados Unidos es muy clara: simplemente queremos un retorno a la democracia” en Cuba, dijo la funcionaria, quien se refirió a varios prisioneros políticos cubanos, entre ellos el periodista Roberto Quiñones y el líder de la Unión Patriótica de Cuba José Daniel Ferrer, quien lleva un mes preso sin cargos.
Filipetti detalló varias de las sanciones impuestas por la administración contra el gobierno cubano, la más reciente la suspensión de los vuelos comerciales a nueve destinos en la isla, reportada primero por el Nuevo Herald.
“No podemos priorizar las oportunidades comerciales sobre los valores morales,” dijo. “Vamos a continuar incrementando las sanciones contra el régimen de los Castro. No vamos a permitir que el dinero de los contribuyentes vaya al gobierno cubano”.
Sus palabras también provocaron aplausos y gritos de “Viva Trump” y “Abajo el comunismo”.