Las adopciones internacionales tienden a la baja en los últimos años. En 2014 se produjeron 824 adopciones, en 2018 se redujo a casi la mitad, 445. Países como Rusia han complicado los trámites para las familias gays.
El laberinto de las adopciones de solicitantes LGTB
Enric se acerca a los 30 años. Tiene una pareja estable y planes de futuro. Quiere ser padre, pero sabe que es un deseo y no un derecho. No quiere recurrir a la gestación subrogada porque no quiere que sus anhelos recaigan en forma de obligación sobre una mujer con necesidades económicas. La adopción es, para él, una meta lejana, pero la única posible. En los últimos años, países como Rusia han complicado los trámites para estos adoptantes.
La percepción de Enric no está equivocada. En los últimos años, las adopciones internacionales han bajado de forma destacada. Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, mientras que en 2014 se produjeron 824 adopciones, en 2018 se redujo a casi la mitad, 445. Los expertos apuntan a un cúmulo de factores, que van desde la reducción del número de niños en adopción hasta las nuevas restricciones en los países de origen. "Hay menos niños adoptables y esto en realidad es una buena noticia. Piensa en países como China, que antes era uno de los principales países de origen", ejemplifica Benedicto García, coordinador de la Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA), sobre algunos cambios en el escenario internacional y en los sistemas de protección nacionales. Jesús, de la asociación de países LGTB Galehi, coincide en el diagnóstico: "Los países se han vuelto muy garantistas y piden muchos requisitos".
Las adopciones son, de por sí, procesos largos y complejos, pero García avisa de que la crisis y los recortes dilataron aún más los trámites. "En zonas como Murcia se puede tardar entre 6 y 8 años en la adopción. Antes de la crisis podían ser 3 o 4 años de espera, pero si se reduce personal, hay menos gente para tramitar los expedientes", explica José María García, coordinador del grupo de familias de la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB). El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en marzo un nuevo reglamento para centralizar los trámites, cuyos efectos se verá durante los próximos meses.
Restricciones a las personas LGTB
En España, las parejas homosexuales tienen los mismos derechos que las heterosexuales desde 2005, pero en el ámbito internacional algunos países han restringido sus requisitos para evitar que dos personas del mismo sexo adopten. Mientras en Colombia o México hay más posibilidades, en otros como Rusia no dejan hacer los trámites ni siquiera a personas solteras. "Es mucho más difícil adoptar hoy que hace 10 años. Entonces, en muchos países ni se planteaban que fueses homosexual o no, pero ahora en algunos presuponen que un hombre o mujer soltera lo es", explica Jesús de la asociación de países LGTB, de Galehi.
"Rusia está retrocediendo en derechos, no solo para las personas de fuera, sino también para la comunidad LGTB en su país", confirma José María García. El país era, a principios de los 2.000, uno de las zonas de origen que tenían más solicitudes, pero durante los últimos años ha endurecido sus políticas..
La gestación subrogada no es una opción para la mayoría de parejas LGTB por sus implicaciones morales y su elevadísimo coste, por eso, el portavoz de Galehi apunta otra alternativa menos debatida en los medios de comunicación: el acogimiento familiar.
|