Nueva York ha sabido levantarse como Ave Fénix, de desgracias que la azotan desde el siglo XVIIa. Las nuevas cifras, reveladas por el Departamento de Salud de la ciudad, marcan un aumento del 60 por ciento en las muertes. En términos de tasa de mortalidad per cápita, la de la ciudad de Nueva York ahora superó a la de Italia, el país de Europa con más fallecimientos por la covid-19.
NUEVA YORK SOBREVIVE SIEMPRE
Nueva York ha sido la urbe más afectada por la pandemia de la covid-19. Se reportan más de 160 mil casos de personas contagiadas y cerca de 11 mil muertos. La Gran Manzana y sus alrededores con 19 millones de residentes, es la zona más golpeada. Uno de los destinos turísticos más cotizados del mundo, se calcula que cada año recibe unos 60 millones de visitantes.
Metrópoli de fuertes desigualdades socioeconómicas que se hacen patentes en los barrios populares de Queens o en el tradicional Bronx. Millones de hispanos y afro-estadounidenses viven en esas zonas, donde los servicios de salubridad y de atención médica son deficientes.
Las nuevas cifras, reveladas por el Departamento de Salud de la ciudad, marcan un aumento del 60 por ciento en las muertes. En términos de tasa de mortalidad per cápita, la de la ciudad de Nueva York ahora superó a la de Italia, el país de Europa con más fallecimientos por la covid-19.
Una de las metrópolis más seductoras de América del Norte. Ciudad global por su influencia a nivel mundial en los medios de comunicación, la educación, la moda, la música (jazz), los grandes espectáculos de entretenimiento, la arquitectura, el cine y otras actividades culturales y artísticas. Sede central de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es foco de repercusión de los acontecimientos políticos más trascendentes del planeta.
Arquitectura de vanguardia con lugares y edificios reconocidos por todo el mundo. Destacan la estatua de la Libertad y Wall Street (uno de los principales centros mundiales de finanzas desde la Segunda Guerra Mundial y sede de la Bolsa de Nueva York). La localidad alberga a muchos de los edificios más altos del mundo: Empire State, el One World Trade Center, el 432 Park Avenue, la Trump Tower, y anteriormente las torres gemelas del World Trade Center, derrumbadas en los atentados terroristas del aciago 11 de septiembre de 2001.
Punto de partida de significativas corrientes culturales estadounidenses: expresionismo abstracto, hip hop, break dance, punk y Tin Pan Alley. Distrito de actividades jazzísticas que acoge a una nómina de importantes figuras del género. Sede de Jazz at Lincoln Center bajo la dirección del virtuoso trompetista Wynton Marsalis. Centenares de instrumentistas de jazz y salsa cubanos, colombianos, puertorriqueños, argentinos y de otras naciones latinoamericanas se han fincado allí. El 30 por ciento de la población no es oriunda y, según un censo de 2005, es una zona multilingüística donde se hablan 170 idiomas.
Indiscutible, la secuela de los daños de la covid-19 en esta metrópoli tendrá repercusión negativa a nivel mundial. Pero, parece que Nueva York ha sabido levantarse como Ave Fénix, de desgracias que la azotan desde el siglo XVII con la primera epidemia de fiebre amarilla que la acosó con saldo de cientos de muertos en 1668. Episodios aciagos que continuaron en el siglo XVIII con otros brotes de fiebre amarilla en 1702, 1794, 1795 y 1798 con una secuela de miles de neoyorquinos fallecidos. El 21 de septiembre de 1776, aproximadamente, mil casas, la cuarta parte de la ciudad, son destruidas por el fuego una semana después de que las tropas británicas capturaran la entidad durante la Revolución Americana.
Durante el siglo XIX continúan las apariciones de fiebre amarilla complementadas con brotes de cólera. Se repiten los incendios en edificios, afloran cruentos asesinatos, huracanes, terremotos, disturbios civiles, choques de trenes y amagos de una incipiente delincuencia organizada. Vale mencionar la mortal onda de calor de agosto de 1896 con temperatura de 90 grados Fahrenheit durante nueve días con aire estancado y humedad asfixiante: mueren cerca de 500 personas.
El siglo XX neoyorquino es protagonista de un sumario de fatídicos acontecimientos. Pandemia de influenza en 1918 que cobra la vida a mil contagiados. Años de tensiones raciales, accidentes aéreos, aviones estrellados en edificios, apagones, temporales imperiosos, bombazos, asesinatos, violaciones… El 21 de febrero de 1965, la ciudad se sacude por el asesinato de líder afro-estadounidense Malcolm X. Ciudad cosmopolita que padece los embates de la guerra entre las mafias locales.
El siglo XXI está signado por uno de los episodios más apocalípticos en la historia de la humanidad. 11 de septiembre de 2001: las dos torres de 110 pisos del World Trade Center y varios edificios alrededor fueron destruidos por dos jets de pasajeros en un ataque terrorista coordinado conocido como “9/11”. El saldo de muertos en la Ciudad de Nueva York solamente por los ataques del 9/11 está por encima de 2 mil 600 personas. Es el peor desastre en la crónica de Nueva York hasta la aparición de la covid-19 que ha cobrado la vida de casi 11 mil seres humanos.
¿Podrá Nueva York reponerse de semejante tragedia?, le pregunté al músico cubano Paquito D’Rivera, residente del vecino New Jersey, y me dijo: “Nueva York es un pueblo de sobrevivientes que se recuperarían hasta del mismísimo Armagedón si eso llegara a suceder”.
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