El Parlamento lituano votó este miércoles de manera unánime una resolución de condena al Estado cubano por la represión, el acoso a activistas y la situación económica en la que mantiene sumida a la Isla.
Esta votación pone en peligro la ratificación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con Cuba (PDCA, por sus siglas en inglés) por parte de la Unión Europea, pues Lituania confirma así su oposición, pese a la aprobación por los Parlamentos de los otros 26 países miembros.
Sin referirse al PDCA en su resolución, el Seimas –Parlamento unicameral lituano– concluye que "no es éticamente correcto alentar al Gobierno cubano a seguir su camino actual" al tiempo que se permanece callado sobre la realidad de la Isla, "ni es una política inteligente facilitarles la posibilidad de aprovechar nuevos recursos que puedan permitir que ese régimen continúe llevando a cabo sus estrategias disruptivas regionales mientras fortalece su control brutal sobre el pueblo cubano".
El documento, auspiciado por el parlamentario Emanuelis Zingeris, firmante de la declaración de independencia lituana y descendiente de supervivientes del Holocausto, recuerda en sus considerandos que "la libertad y la democracia de Lituania nacieron de nuestra prolongada, dolorosa, pero al final exitosa, lucha contra los males del totalitarismo, tanto en sus versiones nazi como comunista".
Además, menciona que el país báltico es "plenamente consciente" de las nuevas formas de "subversión e intervención" desarrolladas contra las democracias occidentales que emanan de "la Rusia poscomunista y sus aliados".
"El Gobierno cubano es un aliado cercano de Rusia y juntos siguen siendo pilares clave para sostener al Gobierno criminal de Venezuela y su coalición de actores estatales y no estatales dedicados a las actividades ilícitas y la subversión de la democracia en el hemisferio occidental", sentencia la resolución, que añade que el régimen de la Isla, "desde su alianza con la ex URSS, se ha mantenido como una sociedad totalitaria, sin separaciones de poderes, elecciones de partidos libres o imperio de la ley", donde no se respetan las libertades fundamentales y los derechos humanos.
El texto también indica que "en vano", el Gobierno cubano fue invitado "repetidamente" a abandonar su política perjudicial, teniendo en cuenta que "los líderes de la Unión Europea, Estados Unidos y América Latina, así como tres papas que visitaron la Isla y líderes del sector privado del mundo libre, le brindaron una mano amiga".
Sin embargo, considera la resolución, mientras se escondía detrás de la fachada de un cambio generacional en puestos de poder, el régimen no ha efectuado ninguna verdadera reforma de su economía centralizada y, antes que abandonar "las herramientas de su policía totalitaria y su sistema de justicia", las ha fortalecido.
El Seimas tiene palabras también para Gaesa, el monopolio militar que, asevera, "ha surgido como un Estado mafioso turbio dentro del Estado", sin que sea auditado por ninguna otra institución nacional, al concentrar "el 80% de la economía y casi cualquier actividad que genere divisas fuertes, como las comunicaciones, el turismo, las remesas, los bienes raíces y la trata de personas con los profesionales cubanos (particularmente de las llamadas brigadas médicas)".
Al tiempo, denuncia la resolución, el Gobierno cubano ha seguido "gastando miles de millones en su máquina de espionaje y represión, en medio de la crisis de 2020, sin prácticamente ningún turista llegando a la Isla y cuando hay una hambruna en curso".
"El insulto más flagrante a aquellos Gobiernos democráticos que en el pasado extendieron al Gobierno cubano el beneficio de la duda", finaliza el Seimas sus puntos a considerar, "es la actual ola frenética de brutal represión" contra la libertad de expresión, de creación y de movimiento, entre otras.
Teniendo en cuenta todo esto, la Asamblea lituana declara "su inequívoca y más fuerte solidaridad con las víctimas de la actual ola de represión contra miembros de la oposición, disidentes y ciudadanos que reclaman sus derechos políticos, civiles, económicos y culturales más básicos".
A la vez, reclama "respeto a la vida y libertad de circulación", y la devolución inmediata de su obra de arte robada por la policía secreta, de Luis Manuel Otero Alcántara, "el humilde joven artista que se declaró en huelga de hambre en protesta por la destrucción de sus obras y los constantes hostigamientos policiales".
Entre sus demandas también está "la liberación inmediata e incondicional de más de un centenar de presos políticos encarcelados por ejercer derechos universales", así como del grupo de activistas asociados al Movimiento San Isidro, "hoy incomunicado en las Lubiankas y Gulags de Cuba". Maykel Castillo, Denis Solís, Luis Robles y los detenidos de la calle Obispo (Inti Soto Romero, Thais Mailén Franco, Esteban Rodríguez, Mary Karla Ares, Yuisan Cancio Vera y Luis Ángel Cuza Alfonso).
También exige el Seimas "el retiro inmediato de las fuerzas policiales que ahora imponen la detención domiciliaria ilegal de varios activistas prodemocracia, periodistas independientes y artistas, incluida la artista de renombre mundial Tania Bruguera".
El Parlamento lituano expresa, en suma, "en los términos más enérgicos e inequívocos posibles", que el régimen cubano "y su alianza con Rusia, Venezuela, Irán y organizaciones narcoterroristas como las FARC y el ELN representan una amenaza para todos los Gobiernos democráticos y las sociedades abiertas".