Eyacular a menudo puede ayudar a
reducir el riesgo de cáncer de próstata, según un estudio
Los últimos descubrimientos y avances de la ciencia a veces nos provocan disgustos, si estamos habituados a algo que resulta ser perjudicial, pero también alegrías, ya que pueden reforzarnos en ciertos hábitos que además de placenteros son saludables. Un claro ejemplo es este que os contamos hoy: eyacular con frecuencia podría ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata, o eso concluye un estudio. ¿Cómo de a menudo? Ojo porque han dado cifra.
Investigadores de dos universidades tan prestigiosas como la de Harvard y Boston han concluido que aquellos hombres que tienen 21 orgasmos al mes tienen menor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata. Si te parece una cifra alta, tranquilidad: da igual que sea por una relación sexual, masturbación o simplemente un sueño húmedo.
En realidad, como señalan quienes han desarrollado el estudio, no es que tengas que llegar a 21 y plantarte sino que cuanto más, mejor.
La probabilidad de desarrollar cáncer de próstata entre quienes más veces eyaculaban es un 20% inferior a quienes menos orgasmos tenían.
Para llegar a esta conclusión han analizado a 31.925 hombres que han detallado su media mensual durante atención: desde 1992 a 2010. Es por tanto un estudio – publicado en la revista European Urology – con una muestra significativa y un periodo extenso. Este estudio refuerza la creencia de que existe una relación entre los orgasmos y el cáncer de próstata. Eso sí, también influyen otros factores de nuestro estilo de vida como la dieta o la actividad.
Y decimos que refuerza porque existen estudios similares según los cuales la eyaculación no tiene impacto en el cáncer de próstata. Otros suben la cifra y sugieren que ha de ser de al menos 7 veces a la semana. También los hay que hablan de efectividad si el hombre tiene más de 50 años y que lo relacionan con la actividad sexual entre 20 y 40 años. Habrá que seguir investigando.
Masturbación masculina: sus beneficios según los expertos
Aunque casi todo el mundo lo hace más o menos a menudo, nadie suele hablar con frecuencia y naturalidad de ello. Efectivamente, nos referimos a la masturbación, uno de los temas tabúes más arraigados en la sociedad. Es una práctica muy común tanto en hombres como en mujeres, y no debería ser un motivo de culpa ni vergüenza.
No hay que verlo como algo pecaminoso o sucio. En realidad, la masturbación tiene más beneficios que perjuicios. De hecho, la mayoría de los hombres sienten un deseo o una necesidad imperiosa de masturbarse porque son conscientes de que no hay nada malo en satisfacerse a uno mismo.
Ten por seguro que ni te vas a quedar ciego ni se te va a caer el pene por masturbarte, como antes se solía decir a los jóvenes. Le harás un gran favor a tu salud aprovechando los beneficios que aporta la masturbación, los cuales enumeramos acto seguido.
- Alivia el estrés, reduce la ansiedad y mejor el estado de ánimo. La masturbación hace que nuestro cuerpo libere dopamina, sustancia que hace que nos sintamos mejor.
- Ayuda a dormir mejor. El orgasmo relaja el córtex cerebral y hace que segreguemos serotonina y opioides, lo que facilita el sueño.
- Eyacular con regularidad ayuda a reducir el riesgo de cáncer de próstata.
- La masturbación sirve para autodescubrirnos y cuidarnos. Permite conocer tus gustos y aversiones sexuales, que luego podrás compartir con tu pareja. Por lo que no solo es bueno para tu personalidad y autoconocimiento, sino también para tus relaciones.
- Romper con los patrones habituales de masturbación puede ayudar a los hombres a acostumbrarse lentamente a las sensaciones preorgásmicas, al concentrarse estas específicamente en la excitación. Esto ayuda al control eyaculatorio, lo que previene la eyaculación precoz y, en última instancia, permite orgasmos más específicos. En este sentido, es interesante experimentar con la estimulación de otras zonas erógenas del cuerpo, como por ejemplo, la próstata. Esto también te ayudará a descubrir un tipo diferente de placer.
- Todos los prejuicios religiosos o morales contra la masturbación y los riesgos que se le achacaban como infertilidad, pérdida de capacidad mental o sordera, son falsos, pero sí que existe cierto riesgo de adicción. Sin embargo, este comportamiento ocurre solo en hombres que experimentan períodos de infelicidad o ansiedad intensa e internalizan la masturbación como una forma de calmarse. La masturbación en tales casos no es la causa directa de la adicción sino más bien resultado de la infelicidad.