América rechaza las elecciones de Nicaragua:
“No tienen legitimidad democrática”
Una resolución de la OEA, votada por iniciativa de Canadá, ha sido aprobada por 25 países. Solo siete se han abstenido, incluido Mexico.
El régimen de Daniel Ortega ha sufrido este viernes un fuerte revés diplomático. La Asamblea General de la OEA, que se ha organizado en Guatemala, ha votado a favor de una resolución que establece que las elecciones del pasado domingo, en las que Ortega se ha reelegido con el 75% de los votos, “no tienen legitimidad democrática” y ordena al Consejo Permanente de ese organismo continental a realizar una “apreciación colectiva” de la crisis política de Nicaragua, cuyas conclusiones deben presentarse antes del 30 de noviembre. La delegación de Managua rechazó esta resolución, mientras que siete países se han abstenido de votar, entre ellos México. Luz Elena Baños, representante mexicana ante la OEA, ha informado de que ha expresado su preocupación al Gobierno de Ortega por la situación política en Nicaragua, pero que su país se ha mantenido al margen durante la votación siguiendo los lineamientos de no intervención de la llamada Doctrina Estrada.
Nicaragua celebró el domingo unas cuestionadas elecciones presidenciales en las que Daniel Ortega participó sin una verdadera competencia política tras haber encarcelado a los siete aspirantes de la oposición, además de apresar a decenas de críticos. Ortega controla todo el aparato electoral y el Parlamento, que aprobó unas reformas electorales a la medida del mandatario y que sacaban del juego político a la oposición. Los opositores han considerado que los comicios fueron una “farsa” y al menos 40 países han rechazado los resultados, entre ellos Estados Unidos, España, los integrantes de la Unión Europea y varias naciones latinoamericanas.
Fue elocuente la abstención de Honduras en la votación de este viernes. El Gobierno de Juan Orlando Hernández se ha convertido en un aliado estratégico del régimen de Ortega, con el que ha firmado tratados para delimitar las fronteras de ambos países en el Golfo de Fonseca y el Caribe, en una iniciativa que ha crispado a El Salvador, que mantiene una disputa por espacios en el Golfo. El Gobierno de Nayib Bukele fue el primero en votar a favor de la resolución contra Ortega.
Managua ha rechazado durante la sesión del viernes la resolución, alegando que la OEA comete una injerencia en los asuntos internos del país centroamericano. El Gobierno nicaragüense alega que las elecciones fueron justas y en ellas hubo una participación del 65% del electorado. Organismos independientes como Urnas Abiertas han afirmado, sin embargo, que el domingo se impuso la abstención, con un elevado 81%. Aunque Ortega ha vetado a la prensa independiente y a corresponsales extranjeros, los medios de comunicación pudieron documentar una baja presencia en las juntas de votos, mientras que las ciudades del país lucían vacías, atendiendo un llamado de la oposición de no participar en el proceso.
La resolución aprobada este viernes establece que las elecciones “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”. Afirma, también, que las instituciones democráticas en Nicaragua “han sido seriamente socavadas” por el régimen y critica que el Gobierno “ha rechazado rotundamente” las iniciativas para promover la democracia en el país centroamericano. En el documento, además, se instruye a la OEA a hacer una evaluación inmediata de la situación política de Nicaragua, cuyo resultados deben estar listos antes del 30 de noviembre. También exigen al régimen de Ortega que libere a los presos políticos que, según denuncias de sus familiares, están sometidos a graves violaciones de sus derechos.
El rechazo a los comicios ha generado un debate intenso entre los movimientos progresistas de América Latina. El apoyo del Partido Comunista chileno a Ortega ha puesto en aprietos al candidato de la izquierda, Gabriel Boric, a días de las elecciones. Chile ha rechazado los resultados de los comicios y la resolución de los comunistas critica esa postura oficial. “El pueblo nicaragüense concurrió masivamente a las urnas para elegir democráticamente a sus autoridades y lo ha hecho en paz, de acuerdo con su institucionalidad y leyes vigentes”, dice el texto del PC, que ha levantado polvo en medio de la campaña política. Boric tuvo que distanciarse de sus aliados. “Yo invito al PC a retractarse de su postura ante Nicaragua”, ha pedido este viernes. La polémica también ha saltado en Brasil, donde dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) festejaron el triunfo de Ortega. Para el PT las elecciones mostraron “el apoyo de la población a un proyecto político que tiene como principal objetivo la construcción de un país socialmente justo e igualitario”. El comunicado de prensa, publicado el lunes en la página web del partido, sufrió duras críticas, tanto de sus opositores como de sus partidarios. El miércoles ya había sido retirado.
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