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General: BÉISBOL: CUBA ES DE TODOS
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 25/06/2022 15:19
Muchas estrellas cubanas todavía sueñan
con participar en el Clásico Mundial de Béisbol

                                                                                                                                                                                                             Yordan Álvarez y Yuli Gurriel han tenido mucho éxito con los Astros de Houston
‘Cuba es de todos’                                                                     
Un grupo de jugadores disidentes cubanos de las grandes ligas, a quienes se les prohibió representar a su antiguo país, está presionando para formar su propio equipo. Te presentamos a los Cubanos.
 
Por James Wagner
Cada cierta cantidad de años, Yuli Gurriel y Aledmys Díaz vuelven a tener el mismo sentimiento de añoranza.
 
Este par de infielders de los Astros de Houston desertaron de Cuba. Abandonaron las selecciones que representaban a la isla mientras viajaban al extranjero, para poder seguir sus sueños de jugar béisbol al más alto nivel. Desde entonces, ambos han jugado en la Serie Mundial varias veces, ganaron millones de dólares en Estados Unidos y son reconocidos por sus logros individuales.
 
Pero cada vez que hay un Clásico Mundial de Béisbol —el torneo internacional en el que participan muchos de los mejores jugadores del mundo— Gurriel y Díaz solo han podido ver cómo sus compañeros de equipo abandonan el entrenamiento de primavera para ponerse los uniformes de sus países de origen. Los jugadores cubanos como ellos se quedan. Como la próxima edición del torneo internacional está prevista para la primavera, Gurriel y Díaz temen volver a pasar por esta situación.
 
“Es triste”, dijo recientemente Díaz, de 31 años. Y Gurriel, de 38 años, agregó: “Nos da un poco de envidia, no estar ahí y no poder hacer lo mismo”.
 
El motivo de su exclusión es que la Federación Cubana de Béisbol no permite que los jugadores que desertaron del país comunista lo representen en competencias internacionales. La lista de deportistas vetados ha crecido de manera considerable desde el primer Clásico celebrado en 2006. Gran parte de los mejores talentos de Cuba abandonaron la isla.
 
Los cubanos expatriados en las mayores podrían formar uno de los mejores equipos del mundo. La alineación podría tener estrellas como el bateador designado de los Astros, Yordan Álvarez, el primera base de los Medias Blancas de Chicago, José Abreu, y el jardinero de los Rays de Tampa Bay, Randy Arozarena. El cuerpo de lanzadores podría incluir a notorias figuras como Néstor Cortés y Aroldis Chapman de los Yankees de Nueva York. Y si los cubanoestadounidenses fueran elegibles, el equipo podría incluir al toletero de los Medias Rojas de Boston, J. D. Martinez, el tercera base de los Cardenales de San Luis, Nolan Arenado y el lanzador de los Azulejos de Toronto, Alek Manoah.
 
Es por eso que este año, jugadores y exjugadores cubanos, empresarios y abogados formaron un grupo para buscar una solución. El objetivo de la Asociación de Beisbolistas Profesionales Cubanos es formar el mejor equipo de talentos profesionales cubanos de todo el mundo para competir en el Clásico Mundial de Béisbol.
 
“Lo que queremos es cualquier pelotero que quiera ir a representar a su país”, afirmó Díaz. “Cuba es de todos. No es de la gente que está en favor del gobierno o en contra”.
 
La asociación ha crecido a 170 miembros que abarcan las Grandes Ligas, las ligas menores y otras ligas profesionales extranjeras, como las de México, Japón y Taiwán. Tienen un logo y camisetas —con los colores de la bandera cubana, pero sin la bandera— y han elegido un nombre para el equipo: Cubanos, en honor a los Havana Sugar Kings, el equipo de ligas menores de Cuba que jugó en la Clase AAA de 1954 a 1960.
 
A pesar de estos esfuerzos, la asociación y los jugadores alegan que no quieren remplazar a la federación cubana, la cual, según aseguró el gobierno de Donald Trump, formaba parte del gobierno en La Habana cuando vetó un acuerdo en 2019 entre la MLB y la federación que habría facilitado el camino para que los jugadores compitieran en Estados Unidos sin tener que desertar. La asociación busca ser un equipo nacional independiente de la federación cubana, pero con la puerta abierta para los jugadores de la isla.
 
“Estamos representando a los cubanos del mundo entero que quieren que esto se de y desean ver un equipo de todos los jugadores profesionales”, afirmó el cerrador de los Angelinos de Los Ángeles, Raisel Iglesias, de 32 años, quien ha liderado la iniciativa entre los jugadores cubanos activos, contactándolos y compartiendo actualizaciones a través de WhatsApp. Luego añadió: “Y si es posible, poder invitar a los jugadores que están bajo la federación cubana”.
 
Sin embargo, Iglesias afirmó que sería “bien difícil” que aceptaran una oferta como esa. Aunque el Clásico Mundial de Béisbol opera como una empresa conjunta entre la MLB y el sindicato de jugadores de la MLB, el evento es autorizado por la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC, por su sigla en inglés), el organismo rector mundial del deporte. Y existe un sistema vigente que impide que grupos externos formen selecciones nacionales.
 
“Si quieren ser parte de un evento autorizado por la WBSC, deben respetar las reglas, las cuales estipulan que las federaciones nacionales son las que forman las selecciones nacionales”, afirmó Riccardo Fraccari, presidente de la confederación, en una entrevista telefónica desde Suiza, donde se encuentra la sede principal.
 
Fraccari aludía a un estatuto de la WBSC que establece que únicamente los miembros reconocidos pueden seleccionar su equipo nacional y tienen “el derecho exclusivo de representar el nombre, la bandera y los colores del país o territorio”. Y continuó: “Si no es así, pueden hacer otro torneo, que dependerá de ellos y donde quieran, pero no un evento organizado por la federación mundial”.
 
(Fraccari señaló que había cubanos que jugaban en el extranjero, como en Japón, y que están autorizados a regresar. Sin embargo, están cedidos por la federación cubana, que se queda con una parte de sus salarios. El mes pasado, las autoridades cubanas acordaron permitir a sus jugadores de béisbol gestionar sus propios contratos profesionales con equipos de ligas extranjeras. Pero el acuerdo con la MLB no se ha reactivado).
 
Aunque la federación cubana no respondió a los mensajes que solicitaban sus comentarios, ya había criticado fuertemente en abril a la advenediza asociación cubana. A través de un comunicado oficial, la federación calificó los objetivos de la asociación como “políticos y no deportivos” y aseguró que el grupo estaba presionando a la MLB y al sindicato de jugadores para “usurpar el lugar que legítimamente le pertenece a la selección nacional de béisbol de Cuba en el próximo Clásico Mundial”.
 
Mario Fernández, presidente de la asociación, afirmó que el grupo estaba dispuesto a reunirse y conversar con la federación cubana, pero bajo ciertas condiciones. Dijo que primero era necesaria una disculpa pública por parte de la federación hacia los jugadores que, en su opinión, habían sido “ofendidos y maltratados”.
 
“No vamos a aceptar sentarnos a hablar con ellos si eso no ocurre”, sentenció Fernández, un empresario que salió de Cuba a los 28 años, fundó una liga semiprofesional en Chile y vive actualmente en Estados Unidos. “Si ellos dicen que están arrepentidos y que no va a volver a ocurrir, eso sería un muy buen comienzo. Pero lo vemos bastante difícil porque está la política en medio”.
 
La selección cubana, que en su día fue una potencia mundial, ha caído en desgracia. No logró clasificar para los Juegos Olímpicos de Tokio, y aunque ha participado en las cuatro ediciones del Clásico Mundial de Béisbol, ha tenido problemas en su mayor parte, terminando en segundo lugar en 2006 y fuera de los cuatro primeros en cada edición desde entonces.
 
“El béisbol en Cuba está mal”, dijo Chapman, de 34 años, que jugó para la selección cubana en el Clásico Mundial de Béisbol de 2009. “Ha bajado mucho. La mayoría se han ido y están aquí”.
 
Con la esperanza de construir un equipo sólido y que no esté limitado a los peloteros que se han quedado en Cuba, la asociación eligió como su gerente general a Orlando Hernández, de 56 años, un exlanzador que ganó cuatro títulos de la Serie Mundial. Para el puesto de mánager, eligió a Brayan Peña, de 40 años, un exreceptor de las Grandes Ligas que en la actualidad es mánager de las ligas menores en el sistema de los Tigres de Detroit.
 
Fernández dijo que, desde el primer Clásico Mundial de Béisbol, los jugadores cubanos que están en el extranjero han hablado para encontrar una manera de representar a su isla. Aunque los esfuerzos anteriores fracasaron, aseguró que habían sucedido algunas cosas que hacían que esta iniciativa fuera diferente, como el hecho de que otras personas que no eran jugadores hubieran dado un paso al frente para ayudar; la fuerte represión del gobierno cubano contra las protestas el año pasado, que motivó a algunos jugadores; y el número cada vez mayor de destacados peloteros cubanos en la MLB. (En el día inaugural de esta temporada de las Grandes Ligas hubo 23 peloteros nacidos en Cuba en las alineaciones, una cifra que está empatada con 2016 y 2017 como las mayores en toda la historia).
 
“Es algo en lo que estamos luchando porque estamos en el siglo XXI”, afirmó Díaz, “y porque la federación cubana no deje a los peloteros cubanos que están en las grandes ligas jugar por su país, posiblemente por pensar diferente, o porque en algún momento tomaron la decisión de jugar con libertad y escoger dónde quieren jugar y cuándo quieren jugar”.
 
El mes pasado, Iglesias y Fernández dijeron que la asociación se reunió con Tony Clark, el jefe del sindicato de jugadores de la MLB, por videoconferencia. La semana pasada, un puñado de representantes de la asociación se reunió en Nueva York con un grupo de funcionarios de la MLB encabezados por el comisionado Rob Manfred.
 
Fernández dijo que la asociación estaba considerando desafiar a la Confederación Mundial de Sóftbol, citando el artículo 3.1 del código del organismo rector, que prohíbe cualquier discriminación por diversos motivos, incluyendo la “afiliación política”. Fraccari, el presidente de la confederación, que ha tenido vínculos con Cuba a lo largo de su carrera, dijo: “No discriminamos a nadie”.
 
Pero conscientes de la difícil batalla que enfrenta la asociación, Fernández e Iglesias afirmaron que el grupo había discutido la posibilidad de al menos formar su equipo, Cubanos, para partidos de exhibición, quizás contra algunas selecciones del Clásico Mundial de Béisbol antes de que participen en la competición.
 
Cortés, de 27 años, aseguró que jugar para su país natal es uno de sus sueños de vida. Nació en Cuba pero se mudó al sur de Florida antes de cumplir 1 año, luego de que sus padres se ganaran una visa por lotería. Cortés, quien es ciudadano estadounidense, entiende que la situación es compleja, en particular para los jugadores cuyas familias fueron maltratadas en Cuba.
 
“Es difícil lo que está pasando y lo que tenemos que hacer para jugar”, afirmó. “Pero al final del día, tenemos que hacer lo necesario para representar y mostrarle al mundo que Cuba es una potencia y que hay peloteros muy buenos que salen de Cuba”.
 
Yordan Álvarez y Yuli Gurriel
 


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