Esta columna rara vez carece de críticas a la administración de Biden. Así que permítanme animar en voz alta el hecho de que las asombrosas ganancias que las fuerzas ucranianas han logrado contra Rusia también son una victoria para Joe Biden.
Desde que comenzó la guerra, he tenido varias conversaciones profundas con personas que tienen un amplio conocimiento de las formas en que Estados Unidos está ayudando al esfuerzo bélico de Ucrania. No es solo una cuestión de misiles antitanque Javelin y misiles tierra-aire Stinger y lanzacohetes HIMARS y artillería M777 y misiles HARM buscadores de radar y otros sistemas avanzados. Es que estamos proporcionando a los ucranianos el tipo de inteligencia de campo de batalla que les permite maniobrar, apuntar, atacar y evadir de formas que de otro modo no podrían.
Nos hemos convertido no solo en el arsenal de la democracia ucraniana, sino también en sus ojos y oídos. Lo que a Ucrania inicialmente le faltaba en potencia de fuego abrumadora, Estados Unidos lo compensó con precisión. Ahora, a medida que las unidades rusas huyen de sus posiciones y abandonan el equipo, Ucrania puede obtener al menos una ventaja temporal tanto en precisión como en masa, creando una ventana única para obtener más ganancias decisivas.
¿Qué hacer a continuación?
Batir el barro. La famosa rasputitsa , la temporada de lodo profundo y caminos intransitables, puede haber ayudado a salvar a Kiev en los primeros días de la guerra. El barro otoñal en Ucrania tiende a ser menos severo. Pero generalmente favorece la defensa sobre la ofensiva, una desventaja para Ucrania ahora que se están cambiando las tornas y la velocidad se vuelve esencial para su estrategia.
La movilidad que Ucrania pronto necesitará será en forma de poderío aéreo: aviones de combate avanzados, grandes drones de combate, helicópteros de transporte que pueden mover fuerzas especiales para atacar detrás de las líneas rusas, así como cohetes y misiles lanzados desde tierra que pueden atacar a distancias más largas. que los HIMARS. La Fuerza Aérea de EE. UU. tiene casi cuatro docenas de F-16 envejecidos programados para la venta este año. Deberían estar en manos ucranianas en su lugar.
“Debido a que el apoyo occidental a Ucrania es esencial para su potencial de éxito, en este momento tenemos que crear la percepción de que Ucrania tiene la ventaja”, me dijo el general retirado Stanley McChrystal por teléfono el domingo. “Entonces, cualquier cosa que podamos proporcionar a corto plazo, muy abiertamente, cosas que la gente perciba como un cambio en el equilibrio probable, en el futuro”, ayudará, agregó.
Batir el hielo. El invierno puede congelar en gran medida las líneas del frente en su lugar, otra razón para que Ucrania presione su ventaja de combate ahora. También es el período con el que cuenta Vladimir Putin para tratar de usar el chantaje energético contra Europa, regenerar su poder militar (posiblemente con cualquier ayuda que pueda obtener de Xi Jinping durante su reunión de esta semana ) y apuntalar su base política en la derecha ultramilitarista . que ahora parece estar volviéndose contra él.
Eso hace que sea esencial impresionar al Kremlin con una sensación de futilidad psicológica sobre sus perspectivas militares. Una rápida sucesión de humillaciones militares, como la pérdida de la ciudad de Kherson, puede convencer a Putin de que el tiempo no está de su lado y que una retirada ordenada a las líneas anteriores a la guerra es una mejor alternativa que una derrota militar total seguida de un reclutamiento militar tremendamente impopular.
Batir el deshielo. Si Rusia continúa perdiendo terreno, puede buscar una salida negociada del estancamiento. Muchos países, en particular aliados poco confiables de la OTAN como Hungría y entrometidos diplomáticos empedernidos como Francia, estarán ansiosos por aprovechar la oportunidad de un alto el fuego y dispuestos a ejercer presión diplomática y económica sobre Ucrania para llegar a un acuerdo. Pero sería inmoral y miope permitir que Putin se quede con los territorios que ha ganado desde que comenzó la guerra.
“No deberíamos dejar que Rusia salga de esto con algo que parezca una victoria”, agregó McChrystal. Sobre todo, cualquier concesión que se haga debe ser decisión soberana, independiente y sin coerción de Kyiv únicamente. Después de todo, es por eso que nos hemos unido a ella en la lucha.
Supera el terror. El miedo en el fondo de la mente de todos es lo que mi colega Ross Dou señala que podría ser un momento de "río Yalu", similar a la extralimitación de la Guerra de Corea de Douglas MacArthur, en la que el Kremlin despliega armas nucleares en el campo de batalla para evitar la derrota y aterrorizar al resto del mundo. mundo. Eso sería horrible, aunque no está claro qué ventajas duraderas obtendría Moscú de ello. Solo estaría irradiando el suelo que busca conquistar y poniendo en peligro a sus propias tropas y personas con lluvia radiactiva.
Esta opción siempre ha estado disponible para Putin, y el hecho de que no se haya utilizado es una buena indicación de que es consciente de su insensatez. Aún así, podría ser inteligente que la administración Biden alertara públicamente a los rusos sobre las consecuencias del acto.
En mi lista: Rápida adhesión de Ucrania a la OTAN. Incautación de todas las reservas rusas en el extranjero. Un plan para desplegar nuevamente misiles de crucero con armas nucleares en nuestros barcos y submarinos. Una zona de exclusión aérea de la OTAN sobre el espacio aéreo ucraniano. El suministro a Ucrania de armas que pueden penetrar profundamente en Rusia. Cualesquiera que sean las acciones, la respuesta debe ser lo suficientemente precisa y plausible como para hacer que incluso los militaristas más comprometidos del Kremlin se vuelvan sobrios.
A medida que la guerra entra en una nueva fase, inevitablemente traerá nuevos peligros. Ningún peligro es más grave que no poder prevalecer. Todo el crédito para Biden por entender y actuar en consecuencia.
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