El Europride de Belgrado se ha celebrado definitivamente, a pesar de la prohibición gubernamental inicial. Desde el día 12 de septiembre se han sucedido distintos eventos y actos hasta culminar en la manifestación del día 17, que hordas de LGTBIfobos trataron de asaltar enfrentándose con bombas de humo y artefactos incendiarios a un dispositivo policial de 5200 agentes. Mientras el colectivo LGTBI celebraba y reclamaba el respeto a sus derechos humanos, las fuerzas policiales procedían a la detención de más de 60 personas que trataban de impedírselo. Por su enorme significado simbólico y la extraordinaria valentía de los participantes, la organización del Europride lo ha calificado como el más importante de su historia.
El pasado 28 de agosto el presidente de Serbía, Aleksandar Vučić, anunciaba la cancelación del Europride de Belgrado debido a las presiones de la Iglesia ortodoxa y de grupos de extrema derecha, que en días anteriores habían convocado manifestaciones y actos en contra de la celebración, en las que incluso se habían producido amenazas de muerte.
Desde la organización del Europride se negó la posibilidad de la cancelación, debido a su carácter de compromiso internacional adquirido por el Gobierno serbio. Los responsables del Orgullo de Belgrado también referían que el presidente Vučić carecía de autoridad constitucional para conculcar el derecho a manifestación, competencia exclusiva del Ministerio del Interior. También desde organismo como el Consejo de Europa o la Comisión Europea se instó al Gobierno serbio para que el Europride se celebrara con normalidad.
Así, el día 12, día previsto inicialmente para el arranque de la celebración del Europride, empezaron a sucederse con normalidad más de 120 actos y eventos a lo largo de la semana, tal como se habían programado. No se produjo en ninguno de ellos ningún altercado. Sin embargo, el Ministerio del Interior dictaminó la prohibición de la Marcha del Orgullo que debía tener lugar el día 17, así como las manifestaciones que habían convocado para el mismo día los LGTIfobos. No obstante, los responsables del Orgullo de Belgrado asumieron que esa prohibición solo se refería al recorrido previsto, por lo que recurrieron la medida ofreciendo otro alternativo, a pesar de que no había tiempo para su autorización.
Hasta que el mismo día 17, la primera ministra Ana Brnabić, abiertamente lesbiana, comunicó que ella personalmente autorizaba la Marcha, desplegando un efectivo de 5200 policías para «garantizar la seguridad de todos en las calles de Belgrado hoy». Pero el despliegue policial se mostró insuficiente. Los agentes tuvieron que enfrentarse a hordas de violentos que les arrojaron granadas lacrimógenas y bombas incendiarias. Algunos de los asaltantes trataban de llegar hasta la Marcha al grito de «Matad a todos los maricones».
Unos pocos se apostaron ante una iglesia ortodoxa y gritaron el saludo nazi «Sieg Heil» al paso de los manifestantes, mientras se hacían sonar las campañas en protesta por la Marcha. En total se produjeron 64 detenciones y 10 policías resultaron heridos.
Aun así, según datos de los organizadores, más de 7000 personas lograron el hito de celebrar el primer Europride de los Balcanes, a pesar de las amenazas, los ataques violentos y una lluvia persistente. Una manifestación festiva en la que la música y los gritos a favor de los derechos LGTBI acallaron los insultos y proclamas de ideología nazi. Lamentablemente, algunos activistas LGTBI fueron agredidos a la salida del concierto de clausura, a pesar de la presencia policial, y otro participante fue objeto de agresión en un local. Las investigaciones están en curso.
Por ello, la presidenta de Asociación Europea de Organizadores del Orgullo (organismo que autoriza el Europride), Kristine Garina, emitió el siguiente comunicado:
Cuando nuestros miembros votaron hace tres años para que Belgrado acogiera el Europride, sabíamos que habría problemas y una gran oposición. Pero por eso el Europride es tan importante, y puede tener un efecto transformador en una ciudad y en su comunidad LGBTI. Cuando el Europride comenzó en Londres en 1992, Belgrado era la capital de Yugoslavia, un país que se estaba desmoronando y cayendo en la guerra civil. Que el 30º aniversario del Europride haya podido celebrarse aquí demuestra el poder de nuestro movimiento.
Debemos reconocer que las dificultades a las que se enfrentaron los organizadores en las últimas semanas fueron causadas por los inflamados comentarios del presidente serbio, y luego por la falta de respeto a las libertades y derechos básicos por parte de la primera ministra y la policía. El rescate de última hora de la primera ministra ayer fue demasiado poco y demasiado tarde. Ahora puede mostrar su liderazgo garantizando que todos los que atacaron a nuestros participantes sean llevados ante la justicia.
El Europride de Belgrado pasará a la historia como un punto de inflexión para la igualdad LGBTI en Serbia y en toda la región de los Balcanes Occidentales. Demostramos que el Orgullo no es una amenaza para nadie, y mientras nosotros marchamos pacíficamente, fueron la extrema derecha, los nacionalistas y los cristianos fundamentalistas quienes se enfrentaron a la policía.
Felicito al Orgullo de Belgrado y a todos los que han participado en un evento excepcional.
La siguiente cita paneuropea en defensa de los derechos de las personas LGTBI tendrá lugar el año que viene en Malta.